17 jun 2006

Concierto para Violin Nro 1 en Re M, op. 35 1er mov - Allegro Moderato

Óptima Teófila
Sabrá Vd que a último momento, los ancianos de la venerable Escuela Epicurea Salmanticae intentaron probar mis recursos académicos con una nueva prueba. En un exceso neoplatonista renegaron de la importancia de las ciencias experimentales -al estudio de las cuales ellos mismos me habían previamente instado- y me encomendaron como contrapartida estudiar la Historia de la Música, por eso de alimentar todos los aspectos del espíritu y Vd. sabrá cuántas cosas más.
El asunto es que leyendo vuestra reciente epístola sobre Schopenhauer, el párrafo en que ponía como los hechos trascendentales de su tiempo a Kant, las ciencias y el redescubrimiento de la filosofía oriental. Pensaba que importantes esos descubrimientos que de los que cuya importancia se olvida simplemente porque sus conclusiones se volvieron habituales hasta la obviedad. Los tres aspectos que rescata Schopenhauer sólo los domina algún filosófico lector, aunque estén presentes en el lenguaje de la mayoría de los hijos del Señor.
Y recordé la pieza de Tchaikovski que debí estudiar para la ocasión y cuyo nombre ilustra esta epístola. Un concierto con complicadísimos pasajes de violín y que fue rechazado sistemáticamente por todos los grandes violinistas de la Europa romanticista, porque simplemente era "imposible de tocar". Hasta que alguien vislumbró como podía hacerlo, y la presentó finalmente si mal no recuerdo por primera vez en Londres. El asunto es que esta pieza en nuestros días es simplemente "una obra virtuosa más", a la que los reputados violinistas no le tienen ya tanto temor. Es que Tchaikovski con esa obra llevó la antorcha un poco más allá, si me permite la expresión. De la misma manera que el alemán con su visión global de la cosa en sí.
Aprovechando al máximo las horas que no debo dedicar ya al sagrado estudio y aunque Vd. no lo crea, insomne.
La saluda
Teófilo.

10 may 2006

Germanismos en las lenguas romances

Cara Teófila,
Los ancianos de la Escuela Epicurea Salmanticae me obligan a algunas lecturas tal vez algo tediosas. Releyendo por dicha causa a César en De Bello Gallica, ("Acerca de la Guerra de los Galos") reflexiono sobre la caída en desuso de Bellum, la palabra romana para la guerra. Está presente en algunos cultismos "bélicos", pero fue reemplazada en todas las lenguas romances por el germano werra. Sin contar palabras técnicas incorporadas en el siglo XX, pocas son las influencias del alemán en la lengua de los castillos y la trashumancia de pastores de ovejas, excepto una serie de palabras bélicas incorporadas probablemente por la nobleza germana en el latín vulgar: Yelmo, dardo, estribo, espuela, guardia, espía, albergue, jabón, etc....
Evidentemente distraído de mis obligaciones más urgentes, le saluda,
Teófilo.

PD: Sabiendo que rompo la unidad aristotélica de esta epístola, igual le comento que no termino de comprender la definición de escorzo ¿sabe Vd. algo del asunto?

27 abr 2006

La trascendencia de Unamuno y el lado de acá de Paul Klee

Multifacética Teófila,

Estoy leyendo un opúsculo de caprichosas citas de D. Miguel de Unamuno. Ya sabe Vd., aquel que antes de ser echado como perro de la Universidad salmantina, a la que él había devuelto a su medieval magnificencia, y ante el inexorable avance de la muerte por estas salvajes dehesas dijo: "Venceréis, pero no convenceréis". Nota aparte merece el reciente uso de la derecha vernácula de esa frase para sus espurios intereses. Bueno, como decía (1) Miguel de Unamuno:
"Yo no digo que merezcamos un más allá, ni que la lógica nos lo muestre; digo que lo necesito, merézcalo o no, y nada más. Digo que lo que pasa no me satisface, que tengo sed de eternidad y que sin ella me es todo igual. Yo necesito eso, ¡lo ne-ce-si-to! Y sin ello ni hay alegría ni la alegría de vivir quiere decir nada"

Paul Klee decía (2) de sí mismo
"Soy incomprensible del lado de acá. Vivo igual de bien entre los muertos que entre los no-nacidos. Algo más cerca del corazón de la creación que lo ordinario. Pero no lo suficientemente cerca ¿comunico calor? ¿frialdad? Más allá de todo ardor no puede discutirse eso. Cuanto más me distancio, más piadoso soy. Del lado de acá, a veces me regocijo un poco del mal ajeno. Son matices de la misma cosa. Los curas no son lo suficientemente piadosos para verlo. Y se escandalizan un poco, los doctores de la escritura"

Las dos posturas son tentadoras. Unamuno, con ese racionalismo que se siente sin embargo vacío si abandona un sentido cristiano de la trascendencia. Paul Klee, negando su pertenencia a un más acá demasiado pueril, buscando una trascendencia ya no celestial, sino tal vez surrealista, o más bien ¿onírica?. De momento a no caer en la tentación, a rebuscar un rato más en este basural ¿no le parece?
Como diría nuestro querido Michel Onfray si quisiera, y no cito: "cuánto daño has hecho, ¡Oh Pablo de Tarso!"
Simples saludos de vueso
Teófilo.
(1) Robles Carcedo, L. (ed.) Epistolario Americano (1890-1936), Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1996. Citado por un libelo incitable.
(2) De un catálogo de una exposición de Klee, citado por Susanna Partsch en "Paul Klee", Benedikt Taschen Verlag, Alemania.

25 abr 2006

La Flaca

Cara Teófila,

Cuando hoy desperté y salí al prado cercano, el otoño se había presentado, como suele decirse, con su máximo esplendor. Un color rojizo todo lo inundaba, los árboles; y en la tierra, algo húmeda por el rocío de anoche, una capa de hojas formaba un voluptuoso colchón. La luz era diáfana por ese efecto que causa en las mañanas nubladas el sol cuando logra por un lejano claro entrar horizontalmente a primeras horas. Pensé que lo primero era registrar el momento con algunas fotografías. Un solo verde había, el de la cercana dehesa, en medio de donde un vecino echaba a sus vacas un cereal por el que muchos en lejanos países serían capaces de matarlo junto con su familia y todos sus animales con el solo objeto de saciar sus bajos instintos alimentarios. Mirando al ganadero, una mujer y una niña (¿su nieta?), disfrutaban del tranquilo espectáculo. Extrañamente lejos de su mentor, algunas vacas se entretenían rumiando junto al cerco donde yo estaba. Observé que el color de estos animales, que en algunas especies es normal que sea un marrón algo rojizo, eran en este caso de un definitivo rojo. Pensé que era una ilusión provocada por la conjunción de sol, nubes y otoño, por lo que me acerqué caminando en diagonal hacia a ellas, buscando cambiar el ángulo desde el cual veía los extraños animales y así descubrir su verdadero color. Les pareció a estos bichos que yo era una amenaza, se sobresaltaron e incluso una más joven dio la vuelta elevándose en sus dos patas, lo que al menos sirvió para confirmar que sí, que estas vacas eran rojas como la sangre.
Varias veces me desperté escuchando un ruido cheschescheschas y golpes tactac. La señora que limpia pensé. Otras veces cheschescheschas y ya volviendo a los cabales que la vigilia da, empecé a sospechar ¿es posible que un domingo tan temprano haya venido la señora de la limpieza? Salté de la cama y fui hasta la sala común del albergue, un amplio recinto vidriado, donde descubrí al causante del alboroto. Un cuervo pequeño y sí –claro- negro, intentaba infructuosamente escapar del recinto vidriado. Había entrado por el único roto de las decenas de pequeños vidrios que separan la sala del jardín, pero no acertaba a reencontrar el hueco para salir. Exhausto ya, mi presencia le dio la postrera fuerza para golpear salvajemente las ventanas. Abrí la puerta al jardín pero era demasiado para él, temí por el ave. Poco a poco la fui dirigiendo hasta que encontró la puerta y voló, lejos, lo perdí de vista. Me fui a lavar los dientes y luego a la cocina a calentar un cacharro para el desayuno.

Ahora más despierto le envío a Vd. estas líneas.
Si creer ni en sombras ni en bultos que se menean, lo saluda.

Teófilo.

24 abr 2006

Miguel Delibes describe a Los Santos Inocentes

Docta Teófila,
La secta que dirige la Academia Epicurea Salmanticae ha recomendado, para "facilitar" mi ingreso a la misma, que lea una serie de libros clave de la literatura hispana. Dicen estos nobles ancianos que no es obligatorio, pero he optado por hacer lo que mandan. Así, he leído en un santiamén "Los Santos inocentes" de un tal Miguel Delibes, a la sazón Premio Cervantes. Creo que a Vd. podría gustarle en algún momento pasar sus páginas. Por compararlo con algún autor por nosotros dos conocidos, le diría que Delibes describe a las personas como hace vueso amado Juan José Saer lo propio con el río Paraná y sus islas. En este caso las personas que pululan en "Los Santos Inocentes" viven en un mundo de ignorancia y brutal opresión. Comprenderá Vd que si son presentadas tal como el entrerriano más famoso de París describe la fatigosa corriente del río en una calurosa y húmeda tarde de verano, el resultado será una clara denuncia.
La mantendré al tanto de mis avances en la poesía y novela de estas salvajes tierras.
Por ahora -aunque nada es para siempre así que no se me malacostumbre- suyo,
Teófilo.

14 abr 2006

Los Origenes del Pensamiento Griego, de Jean-Pierre Vernant

Cara Teófila,
Con mi ánimo actual de devorar más que incorporar conocimientos, hice lo propio con uno de los libros que subrepticiamente substraje de vuesa biblioteca, "Los Orígenes del Pensamiento Griego", de Jean-Pierre Vernant. Claro y pedagógico, describe las condiciones en las cuales aparece la polis y el logos se diferencia del mito. Sin embargo, mi espíritu enciclopedista no logro captar el arché del asunto, un primer porqué en Grecia, ya que la serie de condiciones descriptas son similares a la de otras civilizaciones cercanas. Igualmente, "ido el conejo, palos en la cama", que lo mío es la Escuela Epicurea Salmanticae Le envío un párrafo que recuerda nuestra experiencia en Salónica y otras ciudades del Cercano Oriente:
"La filosofía se encuentra, al nacer, en una posición ambigua: por su marcha y por su inspiración está emparentada a la vez con las iniciaciones de los misterios y las controversias del agora; flota entre el espíritu de secreto, propio de las sectas y la publicidad del debate contradictorio que caracteriza a la actividad política. Según los medios, los momentos, las tendencias, se la ve, como a la secta pitagórica en la Magna Grecia en el siglo VI, organizarse en cofradía cerrada y rehusarse a entregar a la escritura una doctrina puramente esotérica. Así podrá, como lo hará el movimiento de los sofistas, integrarse plenamente en la vida pública, presentarse como una preparación para el ejercicio del poder en la ciudad y ofrecerse libremente a cada ciudadano por medio de lecciones pagadas en dinero. Acaso la filosofía griega no pudo desprenderse nunca del todo de esta ambigüedad que marca su origen. El filósofo oscilará siempre entre dos actitudes, titubeará entre dos tentaciones contrarias. Unas veces afirmará que es el único calificado para dirigir el Estado y, tomando orgullosa-mente el puesto del rey divino, pretenderá, en nombre de ese «saber» que lo eleva por encima de los hombres, reformar toda la vida social y ordenar soberanamente la ciudad. Otras veces se retirará del mundo para replegarse en una sabiduría puramente privada; agrupando en derredor de sí a unos cuantos discípulos, querrá instaurar con ellos, en la ciudad, otra ciudad al margen de la primera y, renunciando a la vida pública, buscará su salvación en el conocimiento y en la contemplación."
Simple y suyo,
Teófilo

12 abr 2006

Libros robados de los Jardines deTeófila

Nunca por mí tan respetada en vuesa inmensa caridad Teófila,
Sobre esos huecos que seguramente Vd. habrá hace tiempo notado en los anaqueles de vuesa extensa biblioteca debo decir mea culpa. En mi huida desesperada del país allende los mares cogí algunos libros que no había tenido tiempo de leer. Creo sabrá comprender y que no faltará momento para devolver dichos documentos a vueso poder. A continuación, la lista exhaustiva del expolio.
  • El Miedo a la Revolución, Jean Paul Sartre, Proteo, 1970
  • El Satiricón (Selección), Petronio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • Odas (Selección), Horacio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • La Guerra de Yugurta, Salustio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • Carmina Burana (Selección), Centro Editor de América Latina, 1970
  • Antología, Miguel Hernández, Biblioteca Página/12
  • La vida de los Hombres Infames, Michel Foucault, Altamira/Nordan ("impreso en forma cooperativa en Editorial Nordan Comunidad
  • El Chamanismo y las Técnicas Arcaicas del Éxtasis, Mircea Elíade, Fondo de Cultura Económica, 1994
  • Utopías del Renacimiento, Moro/Campanella/Bacon, Fondo de Cultura Económica, 1995
  • El Limonero Real, Juan José Saer, Planeta, 1994
  • Los Orígenes del Pensamiento Griego, Jean-Pierre Vernant, Paidós,1992
  • Ecce homo, Friedrich Nietzsche, Alianza,1989
  • República, Platón, Eudeba, 1986
  • Hermenéutica del Sujeto, Michel Foucault, Altamira, 1996
Esperando no haber olvidado de listar ninguno y confiado de vuesa magnanimidad, lo saluda,
Teófilo.

11 abr 2006

¿Recuerda la Teleología?

Cara Teófila,
Para mis estudios en la Academia Epicurea Salmanticae quería conocer definiciones concisas acerca del denominado modelo teleológico, de Platón y Aristóteles. Además de la usual definición de wiki¸ encontré un espectro interesante de aproximaciones al asunto: primero una definición ideal para mi fin primero, dedicada la misma a estudiantes de bachillerato. La segunda, una visión de un autodenominado Grupo de Propaganda Marxista, el cual debo decirle que más allá de mi sorpresa al tropezarme con dicha fuente, no hubo profundización en las largas parrafadas de estos apólogos. Finalmente, me encontré con otro apólogo, más campechano, definiendo a la Teleología dentro de un léxico de Religión. Mi interés en este último debe su razón a descubrir personas creyentes de las balbuceantes formas en el que la humanidad intentó buscarle un sentido a la naturaleza. Este buen hombre ora habla de naturaleza, ora habla de moral sin distinguir demasiado uno de otro. No puede admitir que la vida de una mosca no tenga una finalidad, sin más explicación de que se aplicaría a sí la misma vara, con resultados depresivos para sus débiles nervios. Es la causa final aristotélica, dentro de la cual todo lo que existe lo hace con un fin. La teleología, vamos.
Lejano (en griego téle, no télos, este último "fín último") y suyo,
Teófilo

25 mar 2006

Sobre la Mayéutica y la Violencia

Cara Teófila,
Sobre ciertas formas para exponer conceptos en forma oral no pocas veces he sido crítico. Sobre todo me ha molestado la manera retórica de realizar preguntas para dar la ilusión de que sea el "receptor" quien llegue a las conclusiones preconcebidas por el "emisor". Claramente Vd. verá que en la actualidad semejante método puede realizarse de un emisor o maestro muy superior a su receptor o alumno. Se requiere metodologías pedagógicas como ésas para aludir a un concepto que, formulado prosódicamente, sería tal vez incomprensible. El mismo método que usan las maestras cuando preguntan "de qué color era el elefante blanco de Aníbal". Perdonará Vd. mi burdo ejemplo de la agresión que significa para un "receptor" con medianas luces encontrarse envuelto en semejante forma discursiva.
Esto viene al caso de que releía hoy que cuentan que cuentan que contaban los que saben, que una de las innovaciones de Sócrates fue este "método de las preguntas", o mayéutica, a contrapunto de los largos discursos que formulaban sus odiados sofistas. A estas alturas debo decirle que cualquiera que intenta utilizar la mayéutica para referirme algo, no recibe de mí en el mejor de los casos más que indiferencia. Y, ¡ay de aquel que insista!
Puro y duro,
Teófilo.

PD: Ahora, cuando alguna grácil mujer aplica cualquier forma discursiva, fácilmente ella podrá optar por recibir todo mí cariño que, con indiferencia hacia palabras y conceptos, se guiará sólo por el timbre de su voz.

21 mar 2006

Ingreso a la Academia Epicurea Salmanticae

Sabia Teófila,
Cómo Vd. bien sabe, deseo ingresar a la Academia Epicurea Salmanticae. Para dicho fin no alcanza con mis muchas primaveras, sino que es necesario demostrar que uno es conocedor de distintos saberes y uno de ellos es, claro, la Filosofía.
Dado que los decanos exigen un repaso de toda la Historia de la Filosofía, deberé dedicarme a beber conocimientos resumidos, con un sentido atenuado de la crítica. Todo ellos para aprobar lo que llaman "Selectividad para el Ingreso a la Universidad".
Durante las próximas semanas le enviaré una copia de mis apuntes, sabiendo que sabrá Vd. sabrá perdonar que estos carezcan de una mayor profundización que me alejaría de mi objetivo más inmediato.
Modestamente,
Teófilo.

20 mar 2006

Tratado de Ateología - Apuntes Caprichosos acerca de Él

Paciente Teófila,
Permítame resumirle algunos "Principios de la Ateología" que presenta el galo hereje Michel Onfray -que arda eternamente en el penúltimo círculo del infierno- en su reciente opúsculo "Tratado de Ateología - Física de la Metafísica", del que ya le enviara un breve glosario.

El herético galo plantea que a pesar de las aparentes diferencias entre los tres monoteísmos, estas son "de grado, no de naturaleza", es decir que comparten la misma base: "Una serie de odios impuestos con violencia a lo largo de la historia por los hombres que se pretenden depositarios e intérpretes de la palabra de Dios, los clérigos: odio a la inteligencia -los monoteístas prefieren la obediencia y la sumisión-; odio a la vida, reforzado por una indefectible pasión tanatofílica; odio a este mundo, desvalorizado sin cesar con respecto a un más allá, único depositario de sentido, verdad, certidumbre y bienaventuranzas posibles; odio al cuerpo corruptible, despreciado hasta en sus mínimos detalles, mientras que al alma eterna, inmortal y divina se le adjudican todas las cualidades y virtudes; por último, odio a las mujeres, al sexo libre y liberado." Una vez realizada esta "deconstrucción", podrá la ateología dedicarse a desenmascar en detalle cada una de las falacias de los tres monoteísmos.

Michel OnfrayLe contaré algunas impresiones personales. Creo que uno de los conceptos interesantes del irrespetuoso francés gira alrededor de un ateísmo tranquilo. "La negación de Dios no es un fin, sino un medio para alcanzar la ética postcristiana o francamente laica.". Esta tranquilidad puede en algunos casos permitir a las mentes supuestamente críticas ver que mantienen internamente un pensamiento altamente influenciado por la teología (Mire Vd., iba a decir "por la teología tradicional", lo que sería lo mismo que decir que existe una "buena" apologética). Continúo. Habla el hedonista galo de "Una ética sin obligaciones ni sanciones trascendentes". ¿Cuántas noches en Salónica hemos hablado de la búsqueda de la trascendencia?, ¿cuánto de esto estaba impregnado de una ética francamente cristiana? El antipapista francés se inclina por directamente negarle la misma entidad histórico a Jesucristo, y razón no le falta si se aplican los mismos criterios científicos que se usan para hablar de Rómulo y Remo. Muchas laicas e iluminadas mentes prefieren buscar a un Cristo humano, revolucionario, hippie e, incluso, guerrillero (!). Es decir, utilizando la misma apologética de los monoteísmos que citan y relacionan párrafos y fuentes a piacere, para justificar en el texto "sagrado" la propia ideología. Pero eso sí, ideologías progresistas, humanistas.
"La lectura de los Evangelios exige la misma actitud que la prosa novelesca antigua o los poemas homéricos: dejarse llevar por el efecto literario y renunciar al espíritu crítico"
Espero no haberla importunado con tanto fútil palabrerío. En una próxima carta deberíamos hablar de los recientes arranques religiosos por las caricaturas de Mahoma, una falta que podríamos calificar de "administrativa" en vista de la certera crítica del irreverente francés a las tres grandes religiones monoteístas.
Hasta la victoria y suyo, siempre.
Teófilo

PD: Decidí dejar mis justificaciones inútiles para el final. Esta epístola fue realizada con completo desinterés en encontrar conclusiones de validez divulgativo. Tanto Nietzsche no leído, tanto olvidado Epicuro, tanto Spinoza por conocer me impiden dar conclusiones certeras (si al menos pudiera deletrear "Nietzsche" sin titubear).

19 mar 2006

Lenguas del Mundo

Curiosa Teófila,
Casualmente entré en un interesante sitio sobre las Lenguas de Hispania y de todo el mundo conocido. Puede visitarlo en http://www.proel.org

Teófilo.

Breve Glosario para el Tratado de Ateología de Michel Onfray

Experimentada Teófila,
Sé que Vd., al contar con la experiencia que brindan los años, puede creer demasiado simples algunas de mis preocupaciones. Ocurre que durante mi lectura del herético "Tratado de Ateología" del no menos hereje Michel Onfray, se han abierto varias líneas de trabajo, lo cual aunque siempre positivo me obliga a tomar algún orden en mis apreciaciones. De esa manera, he decidido comenzar haciendo un breve glosario de las palabras de las cuales me interesaba saber algo más, sin tampoco necesitar un completo estudio de cada una. Estas son:

  • Deista-Deismo: que son los que de defendían la existencia de dios como principio de la realidad, pero despojado de los atributos con que le había revestido el cristianismo: providente, creador, personal, etc.
  • Gnosticismo: Onfray cita por ejemplo la destrucción de templos gnosticos. Es una serie de creencias bastante heterodoxas que crecieron mucho hasta el siglo III cuando la Iglesia bajó línea y "puso orden" en tanta libre explicación del fenómeno cristiano. La palabra, del griego, viene de "conocimiento". El agnosticismo por su parte es mucho más moderno y es una especie de reacción científica a los que le daban a Dios una entidad científica.
  • Lo "performativo": el hecho de que las cosas existen por el hecho de decirlas, como el cura que declara casada a una pareja. Muy relacionado creería con lo de "In principio erat verbum" de Juan.
  • Ectoplasma: Lo usa Onfray irónicamente para referirse a Dios. Es una palabra que además de ser la parte exterior del citoplasma celular, es usada por los esotéricos como "materialización", o incluso "emanaciones" del mismo medium. Pueden adquirir autonomía y función.
  • Pleonasmo: Lo usa Onfray para introducir un concepto como "ateísmo ateo" Transcribo completa la definición de la RAE. "Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos."2. m. Demasía o redundancia viciosa de palabras.

Luego le enviaré otras apreciaciones acerca de este interesante libro.
Suyo,

Teófilo.

8 mar 2006

Cabrera Infante y la Caguama

Aurelia escribe a Salónica "Queridos amigos, leí un cuento de Cabrera Infante. No recuerdo el título ... Me había impactado lo sorprendente de su desenlace y cómo incluía en la ficción la descripción científica de la caguama. Agradaría mi espiritu un comentario sobre él. Aurelia".
Yo que desconozco estos asuntos, he buscado el significado de caguama, y parece ser que es una tortuga en peligro de extinción ¿alguien puede echar algo de luz sobre este asunto? Teófilo

6 mar 2006

Raymond Chandler y su imperdible Marlowe

Teófila Albión,
Esperando el barco que me traería de vuelta a Calipso y durante el viaje me devoré el policial "El sueño eterno", donde el escritor Raymond Chandler presenta por primera vez en sociedad al típico personaje de las novelas norteamericanas de detectives: Philip Marlowe
La editorial presenta el libro como joya de la literatura universal, pero debemos decir que es ahora una especie de "gran lugar común", pero por supuesto, viene del remitente original. ¿no le parece? Me encontré riendo en voz alta en el puerto, algo así como festejando los grandes chistes y salidas conocidas (la femme fatal, el duro-cariñoso, el malo no tan distinto del bueno, etc...). Slavoj Zizek en el libro al que me referí hace un tiempo hacía un análisis de estos detectives comparándolos con los psicoanalistas (el cobro que distancia del hecho, la búsqueda de lo oculto, y otras cosas). En la web "El poder de la Palabra" hay unos textos seleccionados del autor que son muy ejemplificadores de estos detectivos de mirada oscura pero de construcciones gramaticales sencillas, mucho más policías que poetas: "Llevaba yo mi traje azul pólvora, camisa azul oscura, corbata y un pañuelo desplegado, zapatos gruesos y negros, medias negras de lana, con cuadrados azul oscuro. Estaba yo pulcro, limpio, afeitado y sobrio y me importaba muy poco quien lo supiera. Era en todo el detective privado tal cual debe ser." Afirmativo.

Habrá más noticias para este boletín,
Suyo,
Teófilo.