21 dic 2006

Fill in the Blanks - Jugando con un texto de Deleuze

Cara Amiga,

A ver que le parece el juego que le propongo. Descubra cual es la palabra que falta en el siguiente texto de Deleuze:

"Bien comprendió Nietzsche, por haberlo vivido él mismo, en qué radica el misterio de la vida de _______________. _______________ se apropia las virtudes ascéticas -humildad, pobreza, castidad- para ponerlas al servicio de fines completamente particulares, inesperados, en verdad muy poco ascéticos. Hace de ellos la expresión de su singularidad. No son en su caso fines morales, ni medios religiosos para alguna otra vida, sino más bien los «efectos» de la filosofía misma. Pues no hay en absoluto otra vida para _____________. Humildad, pobreza y castidad se vuelven de inmediato efectos de una vida particularmente rica y sobreabundante, tan poderosa como para haber conquistado el pensamiento y puesto a sus órdenes cualquier otro instinto, efectos de lo que Spinoza llama Naturaleza: una vida que ya no se vive conforme a la necesidad, en función de medios y fines, sino conforme a una producción, una productividad, una potencia, en función de causas y efectos. Humildad, pobreza y castidad son su (de _____________) manera de ser un Gran Viviente y de hacer de su propio cuerpo el templo de una causa demasiado orgullosa, demasiado rica, demasiado sensual. De modo que, atacando a _____________, cae uno en la vergüenza de atacar una apariencia modesta, pobre y casta, lo cual centuplica la rabia impotente; y _____________ no ofrece dónde hacer presa, aunque sea presa de todos los ataques.
Ahí recibe todo su sentido la soledad de _____________. Pues no puede integrarse en medio social alguno, no casa con ninguno."


Atentamente,

Teófilo.

11 nov 2006

El piano de Mine Kawakami

Cara Teófila,

Estoy segura que disfrutaría de esta villa en la que resido tanto como yo. Ayer tuve la oportunidad de asistir a una pequeña tertulia en el Colegio Fonseca en la que Mine Kawakami -hija del Representante ante la Cristiandad del Emperador de Cipango- brindó un brillante concierto de pianoforte para solaz de los asistentes.

Varias cosas podría contarle de esta joven algo nómade que a contrapelo de mis temores no nos brindó un largo y soporífero concierto sino todo lo contrario. Intercalaba explicaciones de sus obras a la manera -con vuesa licencia- de la música programática: podrá entender que las dulces explicaciones en un torpe castellano de esta sencilla artista hacían en sí mismas las delicias de todos nosotros. El concierto versó sobre Cipango y el Nuevo Mundo. Del País del Sol Naciente y del Alto Perú trajo sus recuerdos de infancia y sus viajes, en la que su curiosidad y capacidad de asombro ante las maravillas de la naturaleza, las leyendas y la delicadeza humana, se transformaba en bellos y breves piezas de música muy ecléctica en el estilo. De su amada Cuba trajo el relato que ya conocerá de admiración ante la idiosincrasia caribeña frente a la situación de carencia, transformado en tumbaos, ese sonido tan tradicional de pianoforte cubano tocado casi como percusión (sólo le encontré un ejemplo, -de otro artista y no demasiado bonito- en el que el tumbao del pianoforte está en el fondo). Igualmente puede escuchar 1, 2, 3, y hasta 4 breves extractos de la música de Mine.

No se olvide entonces de viajar, de asombrarse y de crear.
Suyo como siempre.
Teófilo.

PD: No se crea que me olvido del otro asunto, ya hablaremos luego.

23 oct 2006

Savater en la casa del Duque de Alba

Cara Teófila,

El franciscano Fernando Savater fue requerido por una citación de la Santa Inquisición a viajar a la ciudad que me acoge. Enterado de esto, el Duque de Alba le extendió una invitación ya que no quiso perder la oportunidad de codearse con este intelectual requerido por diversas cortes europeas. Así, organizó una velada en su palacio al que fueron invitados unos pocos, pero a la que otros cuantos se nos fue franqueado el paso, quedándonos de pie en los altos del salón mientras los invitados comían, a la espera de las palabras del filósofo.

La disquisición de Savater discurrió sobre la educación y, en particular, acerca de la importancia de formar al príncipe –entendiendo a éste con un sentido universalizador de la condición humana, Vd. comprenderá. Me resultó vigorizante la forma en que construyade su discurso alrededor de la Ética y con herramientas estrictamente filosóficas, aunque con moderadas conclusiones, dada su condición.

Le transcribo algunas de sus palabras, de acuerdo al espejo de mi lábil memoria.
“En este país la gente se enorgullece de mantener sus opiniones a lo largo de toda la vida. Aprenden tres o cuatro cosas a los veinte años y se quedan con ella hasta usar bastón. Imaginaros cuando hace millones de años alguien propuso bajar de los árboles, qué hubiera pasado si se le hubiera hecho caso a la opinión mayoritaria de quedarse arriba de los árboles, donde era evidente que todos estábamos más seguros”
Con respecto a ciertas demandas de sectores conservadores acerca de procesos actuales de liberalización de la enseñanza, Savater puntualizó que dichos sectores “cuando son débiles piden libertad de acuerdo a los principios de los otros y cuando son fuertes niegan dicha libertad a los demás de acuerdo a sus propios principios”.
Finalmente emitió una opinión, tomada si mal no recuerdo de Hannah Arendt, que reza que “para que los alumnos sean revolucionarios, los maestros deben ser conservadores” , ya que en caso contrario los alumnos son meras herramientas de las ideas del docente y tienen dificultada para la reacción. Al respecto de esta última no puedo definirme entre aceptarla con una racional simpatía o temerla por el doble filo que acompaña muchas veces a la recta ratio.

Espero que los sofocos estacionales no la inhiban de disfrutar los placeres de esta corta vida que nos ha tocado en gracia. Aquí de momento las lluvias arrecian.
Suyo,
Teófilo.

17 oct 2006

Dilthey citado en las tertulias de Spinoza y sus amigos

Paciente Teófila,

A raíz de la injusta expulsión de Spinoza, estuve repasando algunas de las notas que tomé cuando obligado por las circunstancias debí recalar un tiempo en Ámsterdam, donde tuve el muy poco frecuente honor de asistir a algunas de esas maravillosas tertulias con hombres como Spinoza, Juan de Prado y otros emigrados españoles. En uno de los coloquios de ese inquietante cenáculo, el judío nos transmitió parte de una conferencia sobre el concepto de Paradigma dictada por Dilthey, a quien Spinoza valoraba enormemente por su sentido de la tolerancia:

“Este universo inmenso, inabarcable, inescrutable se refleja de vario modo en los videntes religiosos, en los poetas y en los filósofos. Todos están sometidos al poder del lugar y de la hora. Toda concepción del mundo está condicionada históricamente; por tanto, es limitada, relativa. Parece resultar de esto una tremenda anarquía del pensamiento. Pero precisamente la conciencia histórica, que ha provocado esa duda absoluta, puede también determinar sus límites. En primer lugar, las ideas del mundo se han diferenciado según una ley interna. Aquí mis ideas se remontaron a las grandes formas fundamentales de ellas, tales como acababan de presentárseme mientras sonaba, en la imagen de los tres grupos de filósofos. Estos tipos de visión del mundo se afirman unos junto a otros en el curso de los siglos. Y en segundo lugar, el principio liberador; las concepciones del mundo se fundan en la naturaleza del universo y en la relación del espíritu finito que las concibe con ellas mismas. Así, cada una de ellas expresa, dentro de nuestros límites intelectuales, un aspecto del universo. Todas son, por ende, verdaderas. Pero todas son unilaterales. Nos está vedado contemplar juntos esos aspectos. Sólo podemos ver la pura luz de la verdad en un rayo refractario de distintos modos.”

Sólo ahora es que reparo en el hecho de que la solución adoptada por Dilthey es de alguna manera un "compromiso místico" entre materialistas e idealistas, lo que me deja en la más espantosa soledad ontológica.

De todos modos jovial, la saluda como el primer día.

Teófilo.

7 oct 2006

Spinoza quitado de la protección de sus pares

Spinoza - Foto: WikipediaPaciente Teófila,

Sabe Vd. que a veces mis preocupaciones exceden con muchos mis atenciones a vueso afecto y gracia, pero me ha escrito un amigo desde Amsterdam para relatarme con pena las circunstancias en las que Spinoza fue expulsado de la sinagoga. Le transcribo la rabiosa fórmula con la que se lo han comunicado. "Excomulgamos, maldecimos y separamos a Baruch de Espinosa, con el consentimiento de Dios bendito y con el de toda esta comunidad; delante de estos libros de la Ley, que contienen trescientos trece preceptos; la excomunión que Josué lanzó sobre Jericó, la maldición que Elias profirió contra los niños y todas las maldiciones escritas en el libro de la Ley; que sea maldito de día, y maldito de noche; maldito cuando se acueste y cuando se levante; maldito cuando salga y cuando entre; que Dios no lo perdone; que su cólera y su furor se inflamen contra este hombre y traigan sobre él todas las maldiciones escritas en el libro de la Ley; que Dios borre su nombre del cielo y lo separe de todas las tribus de Israel, etc."

Triste fórmula de perseguidos devenidos en perseguidores, donde quedan patentes ciertas regularidades en la bajeza del comportamiento humano.
Invariablemente suyo,
Teófilo.

6 oct 2006

Boas y el particularismo histórico

Cara Teófila

Me pareció procedente enviaros unas breves notas que estuve haciendo acerca de Franz Boas

Los antecedentes
Luego de los prejuicios etnocentristas de la Ilustración y a la luz de las teorías evolucionistas decimonónicas, se empezaban a agolpar a las puertas de la Antropología un cúmulo de teorías cada cual más temeraria que, basándose en datos sesgados, establecían relaciones entre elementos culturales distantes o formas de determinismo cultural sin criterios científicos claros. Aparece en escena Franz Boas (1858-1942), fundador del primer departamento universitario de Antropología en EE.UU., para exigir una profesionalización de la investigación de campo y sobre todo para atacar un uso descuidado del método comparativo que hubiera parecido inaceptable a los mismos Morgan o Tylor.

La Posición de Boas
Boas postula que el trabajo de campo y la recogida de datos son más importantes, más prestigiosos y más científicos que la teorización a cualquier escala, grande o pequeña. Además, para el antropólogo doctorado en Kiel, la difusión es más fácil de justificar que las causas internas independientes como las que defiende el evolucionismo. En “The Limitations of the comparative method” Boas no pone en duda la existencia de muchas y notables semejanzas culturales que no podrían explicarse por difusión, pero afirma que esto no basta para dar por establecida la uniformidad de la historia. Este posicionamiento que lo acompañó a lo largo de su vida lo llevó a un purismo metodológico que despreciaba las generalizaciones en las que siempre encontraba casos negativos. Pero con las probabilidades reemplazando a las certezas mecanicistas en los nuevos horizontes abiertos por la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, Marvin Harris se pregunta por qué entonces los antropólogos deberían exigir a sus leyes que no admitieran excepciones. Boas, de todos modos, sostuvo que la acumulación de datos etnográficos crearía necesariamente las bases para la generalización, una afirmación que según el citado Harris tiene grandes debilidades. La primera de ellas es que una recogida de datos sin hipótesis nos llevaría necesariamente a nuestra conclusión inicial acerca del carácter caótico de la naturaleza, algo derrotista para un científico social. Además, es claro que en cualquier estudio de campo no sólo se recogen ciertos hechos, sino que a la vez se de-jan otros atrás, y esto sucede independientemente de que la investigación esté orientada por una hipótesis formal consciente o no lo esté. De aquí se desprende un error filosófico básico: no existe una recopilación “objetiva” de datos; aunque se haga siguiendo ideas eclécticas, el trabajo de campo se basa en una serie de premisas que condicionarán los muestreos, aunque éstos luego se intenten presentar como variables objetivas. En este sentido fue paradigmático el amplísimo estudio que hizo Boas acerca de los kwakiutl y en particular del potlach, criticado posteriormente por ser un análisis demasiado influido por una visión emic, es decir, que tomaba demasiado en cuenta los puntos de vista de los protagonistas culturales.

El legado:
Su acercamiento a posiciones neokantianas así como su completo rechazo al materialismo es entendible en un momento de avance del marxismo, pero no se debe mezclar a la ligera sus posiciones antievolucionistas y contrarias a la generalización en las ciencias sociales, con aquellas de otros contemporáneos suyos que veían en el avance de la ciencia un ataque a la moral dominante. La lista de los antropólogos que de entre los discípulos de Boas alcanzaron fama e influencia da testimonio de su importancia capital en la historia de la disciplina, y me permito citar a cuatro entre tantos otros: Kroeber, Lowie, Sapir y Benedict. Su contribución más importante tal vez sea el desarrollo del trabajo de campo, en una época en la que muchos de sus contemporáneos eran incapaces de so-meterse a una disciplina científica. Sus últimas palabras antes de morir fueron para otra de sus grandes luchas dentro y fuera de la Antropología: la necesidad de una constante vigilancia contra el racismo.

Entonces Teófila, espero que no haya abusado de vuesa infinita paciencia.
Teófilo

Bibliografía:
Harris, Marvin, El Desarrollo de la teoría antropológica, Madrid, Siglo XXI, 2005 Bohannan, P.-Glazer, Marc: Antropología, Madrid, McGraw Hill, 1992

3 oct 2006

Marguerite Yourcenar: Mishima o la visión del vacío

Cara Teófila,

Por ese extraña dificultad que plantea a veces coger los libros necesarios para el progreso académico, busqué en mi magra biblioteca alguno que no tuviera la más mínima utilidad formal. Encontréme entonces con uno de los últimos obsequios que Vd. me hiciere, el ensayo sobre el escritor japonés Yukio Mishima de vuesa querida Marguerite Yourcenar.

Debo decirle que sus párrafos no terminaban de convencerme. A veces las problemáticas de corte psicológico suelen mostrárseme algo farragosas, así cómo los análisis de obras que no he leído, por mi poca paciencia antes las opiniones que no puedo rebatir. Sin embargo, mantuve cierto interés tal vez por el morbo de conocer los detalles de un suicidio cuyo sabor promete Marguerite desde las primeras páginas, a lo que se sumaba mi inveterado interés por las biografías de todos aquellos que luchan denodadamente por salir del vacío de un ADN nunca suficientemente diferenciador. O eso creí durante 130 páginas en las que no esperaba más que cierto exotismo de una escritora cosmopolita y misteriosa, hasta que en las últimas páginas el título se volvió estremecedor: “La visión del vacío”. Un alegato al polvo, dos cabezas cortadas, esa muerte de Mishina que en su gratuidad tan absoluta nos quita incluso la autocomplacencia de juzgarla inútil para así calmar nuestra conciencia. Y el regalo de un impresor descuidado o absolutamente delicado que nos entrega al final del libro dos hojas en blanco, las páginas más vacías que he leído desde que un colombiano bonachón cerrara su novela recordando la antigua admonición de que al último “se lo están comiendo las hormigas....

Teófilo

1 oct 2006

La modestia intelectual de Spinoza y Descartes

Spinoza - Foto: WikipediaCara Teófila,

Bien sabe Vd. que Spinoza en la escuela del ex-jesuita Van den Ende no sólo aprendió latín, física y matemáticas sino también el novedoso cartesianismo. Fíjese entonces como a la manera de Descartes en la introducción al Discurso del Método, el holandés expulsado de la sinagoga inaugura su Tractatus de intelectus emendatione con una justificación introspectiva. Dice Spinoza que después que la experiencia le: “ha enseñado que todas las cosas que suceden con frecuencia en la vida ordinaria son vanas y fútiles, como veía que todas aquellas que eran para mí causa y objeto de temor, no contenían en sí mismas ni bien ni mal alguno a nos ser en cuanto a mi ánimo era afectado por ellas, me decidí, finalmente, a investigar si existía algo que fuera un bien verdadero y capaz de comunicarse y de tal naturaleza que, por sí solo, rechazados todos los demás, afectara el ánimo; más aún, si existiría algo que, hallado y poseído, me hiciera gozar eternamente de una alegría continua y suprema”

Observe cómo Descartes algunas décadas antes en las primeras páginas de su inveterado Discurso había escrito que “habiendo resuelto no buscar otra ciencia que la que se pudiera hallar en mí mismo o bien en el gran libro del mundo, empleé el resto de mi juventud en viajar, en ver cortes y ejércitos, en frecuentar personas de diversos humores y condiciones, en recoger diversas experiencias, en ponerme a prueba a mi mismo en los casos que la fortuna me ponía delante y, en todas las ocasiones, a hacer sobres las cosas que se presentaba una reflexión tal que de ellas pudieras sacar algún provecho (...) Y yo sentía siempre un vivo deseo de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso, para ver claro en mis acciones y caminar con seguridad en esta vida”

De más está decir que la modestia introspectiva de sendos maestros no sólo encaja en su discurso global, sino que resulta además saludable para una larga vida en esta joven Holanda rodeada de enormes estados nunca del todo convencidos de los beneficios de liberalizar el consumo de cannabis, el aborto, la eutanasia y la prostitución.

No la entretengo más con mis juegos intelectuales. Envíeles mis saludos si lo ve a Le Mettrie, a quien recordaba ayer a raíz de las cariñosas palabras que le dedica Marvin Harris en su Desarrollo de la Teoría Antropológica.
Con emociones indelebles,

Teófilo.

23 sept 2006

Una bonita selección de textos filosóficos clásicos

Dilecta Amiga,
Fíjese Vd. que buena colección que he agregado a mi biblioteca. Invítola a hacer lo mismo, sabiendo de antemano que éstos no brindarán el placer de permitirnos recorrer con la mirada los desparejos lomos según se disponen los textos en su correspondiente anaquel.
Saludos varios,
Teófilo.

PD: Permítase ver también el listado completo de libros disponibles esta "Biblioteca Upasika", donde hallará tanto zarzas como rosas.

4 sept 2006

La Gran Guerra y los ciudadanos sobresalientes enviados al frente

Cara Teófila,

Seguramente alguien se habrá encargado de hacer la relación de personalidades muertas en la primera guerra mundial, cuando el avance tecnológico pilló in fraganti a la proverbial crueldad humana humillándola con toneladas de carne humana putrefacta. Por mi parte le comento dos ejemplos a sendos lados de Alsacia y Lorena.

En 1914 Alemania declaraba la guerra a Rusia e invadía Francia. Los miembros del legendario grupo del “Jinete Azul” August Macke y Franz Marc se enrolaron voluntariamente para defender su patria, muriendo ambos en el frente, en 1914 y 1916.
El día en que Paul Klee (foto) recibe la noticia de la muerte de su amigo Marc, es llamado a filas y luego de algunas semanas con los reclutas comenzaba su directa preparación para ir al campo de batalla. Entonces es repentinamente trasladado a salvo en una división de reserva. Con motivo de la muerte de Franz Marc, Albert Weissgerber y otros, el rey de Baviera había ordenado proteger la vida del resto sus artistas. Así, el padre de Klee informó a las autoridades sobre la condición de su hijo y entonces en cierta manera gracias también a la muerte de su amigo Marc, Klee se salva de los peligros del frente, recibiendo el muy marcial encargo de pintar aviones. Me imagino al superior diciendo algo así como: "Así que el señorito es artista ¿no? pues a ver si me pintas estos cincuenta aviones". Igualmente, le permitían seguir con su trabajo artístico cuando salía del trabajo.

En el lado francés, Durkheim que había dado una de las páginas más importantes en las ciencias sociales, se deja llevar por el patriotismo y la propaganda, publicando un estudio al parecer no muy bueno sobre la “mentalidad alemana”, que pretendía explicar un supuesto carácter mórbido y patológico de los germanos. También escribió arengas propagandísticas varias como “Cartas a todos los Franceses”.
Sus estudiantes con los que creara la prestigiosa cátedra de Sociología y Educación en la Sorbona, desde donde irradiaba el anuario L’Année Sociologique marcharon al frente. Con excepción de Marcel Mauss, todo murieron, incluyendo su hijo en 1915. Durkheim que mantuvo sus ocupaciones patrióticas, nunca se recuperó de esta pérdida, muriendo dos años después.

Conociéndola me defiendo alegando que la maliciosa relación entre el patriotismo de Durkheim con la muerte de sus alumnos no es mía sino de ciertos antropólogos norteamericanos de los que ya le he hablado con anterioridad. Yo comprendo la actitud del francés nacido en el seno de una familia judía en la conflictiva Lorena: París bien vale una misa.
Escuchando una musiquilla de Eleni Karandriou me despido siempre con mis mejores deseos para Vd. y su familia,

Teófilo.

8 ago 2006

Freud y los antropólogos


Repimporroteadora Teófila,

Dentro de los escritos recomendados por los ancianos de la Escuela Epicurea Salmanticae se encuentra un compendio de textos canónicos de la antropología*. Recién he comenzado con los primeros, correspondientes a los llamados “evolucionistas”: Spencer, Morgan y Tylor. En el ramo denominado de la Antropología Cultural Temprana me he detenido en el señor Franz Boas, que al mencionar a Freud me hizo retrotraer a la introducción realizada por los mismos compiladores –norteamericanos a la sazón-, en la que rezan lo siguiente:

Dos grandes pensadores han sido omitidos en este libro, ya que tuvieron impacto en el entorno general de la antropología más que en la propia antropología. Son Marx y Freud. Ambos forman parte del “Zeitgeist”, y sólo en este sentido son parte de la antropología. Ambos estaban interesados por la antropología, aunque Marx vivió antes de que la palabra significase lo que significa hoy; Freud leyó extensamente sobre ella. La malinterpretaron tanto como nadie lo había hecho; es decir, usaron materiales antropológicos con fines no antropológicos y con fines que los mismos antropólogos tienden a desaprobar.
La importancia de Freud para la antropología no se encuentra en obras tales como “Totem and Tabu”, en la que pretende versar sobre antropología; y tampoco son relevantes sus trabajos posteriores como “Civilization and Its Discontents”, el cual se asigna a estudiantes no graduados en cursos de ciencia social. Más bien, viene de sus primeros escritos —su libro con Brener, “On Histeria”; su pieza maestra “The Interpretation of Dreams”, y las “Three Contributions”. Estos libros no podían, posiblemente, ser seleccionados en una obra que quiere mostrar los pasos históricos del desarrollo de la antropología —aunque el Capítulo 1. de “The Interpretation of the Dreams” puede ser muy bien uno de los documentos germinales de todos los tiempos para la antropología (a pesar del hecho de que pocos antropólogos lo han leído).

Franz Boas (1842-1942) , del que debería tal vez remarcar que es germano-norteamericano, en su artículo “Los Métodos de la Etnología” (1920) profundiza y luego resume en lo siguiente:

“Mientras que podemos dar la bienvenida a la aplicación de todo avance en el método de la investigación psicológica, no podemos aceptar como avance en el método etnológico la cruda trasferencia de una novela, método unilateral de investigación psicológica del individuo a fenómenos sociales cuyo origen se demuestra históricamente que está determinado y sujeto a las influencias que no son en absoluto comparables a las que controlan la psicología del individuo.”

Sabe Vd. mejor que yo que nuestras disertaciones acerca de la Historia del Teatro aceptábamos sin tapujos el nacimiento del tabú del incesto y de la ceremonia equilibrante de la represión según lo narra Freud en “Tótem y Tabú”. Para expiar nuestro espíritu científico, agregábamos en letra pequeña el autoexculpador calificativo de “cuentito” al relato del creador del psicoanálisis y nos consolábamos con el carácter siempre pragmático y nunca científico de los asuntos que tratábamos siempre en función de la producción de sentido espectacular. Por esto mismo la versión de Levi Strauss que ubicaba a la prohibición del incesto en necesidades puramente económicas de la sociedad nos pareció por ser fría y calculadora, poco atractiva para darle una que de otra manera hubiera sido una muy merecida atención.

Espero no aburrirla demasiado con tan largas epístolas que me permito en mi aparentemente elegido libremente exilio.
Lejano y suyo,
Teófilo.

* Antropología. Lecturas. Paul Bohannan y Mark Glazer*. McGraw-Hill, Madrid, 1993. 2da Edición.

31 jul 2006

Tirando de la madeja apareció Ludwig Wittgenstein

Cara Teófila,

Sabrá Vd. que parte de mi interés en la Filosofía ha de verse relacionado con el inveterado placer de tirar de la madeja. Comienzo esta semana a leer el libro “Éticas Contemporáneas” de Enrique Bonete Perales, profesor de la Escuela Salmanticae en el cual se interna en el pensamiento de varios pensadores. Aparece en primer lugar un tal Ludwig Wittgenstein y su Tractatus Lógico-Philosophicus.. Resulta que el buen señor Bonete supone a poco empezar que “el lector conoce las tesis fundamentales de este libro”, y que en caso contrario mucho de lo que diga resultaría gratuito.

Así que sin absolutamente ningún pesar, cogí de mi biblioteca la versión en inglés del Tractatus, ya que en castellano sólo encontré algunos fragmentos. Desde el primer lugar, más allá de cierta dificultad por sostener la concentración en un texto tan radical, traté de imaginarme la conflictiva personalidad de una persona que en los albores del siglo XX se embarcaba en la moderna (es decir, casi medieval) tarea de explicar la totalidad de lo que puede ser explicado. ¿A qué reaccionaba con tanta radicalidad? Así que no tuve más remedio que volver a tirar de la madeja y consultar su biografía, de la que le transcribo algunos fragmentos.

Parece ser que el austriaco Wittgenstein nace en 1889 en el seno de las familias más ricas de Europa. En 1906 Al acabar sus estudios de bachillerato, se matriculó en la Escuela Técnica Superior de Charlotenburg (Berlín). Más tarde , ya como ingeniero, se dedicó a problemas de aeronáutica y fue cuando empezó a interesarle la filosofía.

W. se enroló como soldado de artillería al estallar la Gran Guerra, había realizado 2 años de estudios universitarios en Berlín, durante 3 años en Manchester y durante 1 en Cambridge. En el ejercito austriaco eligió (a pesar de su familia y conexiones) servir a su patria en el nivel más bajo. Sin embargo, y debido a su audacia y temeridad casi suicida terminó la guerra con el grado de oficial y cuatro importantes medallas al valor. Durante la campaña tuvo tiempo de escribir el Tractatus

W. conoce personalmente a Bertrand Rusell -quien se transformara en una especie de mentor- el 18 de octubre de 1911; el 2 de noviembre Rusell le escribe a su amiga Lady Ottoline "Creo que mi ingeniero alemán está loco. Opina que no es posible conocer ninguna cosa empírica. Le invité a que admitiese que no había ningún rinoceronte en la habitación, pero se negó". Discrepó también del pacifismo de Rusell, llegando a donar un millón de coronas al ejército austriaco para que desarrolle un mortero.

En 1947 renunció a su cátedra y se retiró a vivir en completa soledad, que fue cuando escribió las "Investigaciones Filosóficas"

En el pensamiento de Wittgenstein pueden distinguirse dos etapas. La primera viene marcada por la publicación del Tractatus logico-philosophicus (1921-1922), en el que trata de dar una salida a los problemas no resueltos del positivismo clásico respecto a las matemáticas, la ciencia y la filosofía. Para él, la filosofía no es un saber, sino una actividad, y su finalidad es aclarar las proposiciones; así, la filosofía se circunscribe a un análisis del lenguaje. La segunda etapa queda definida por su obra Investigaciones filosóficas, publicada póstumamente en 1953. Este libro da origen a la corriente denominada filosofía analítica, que centra su reflexión en el estudio del lenguaje como único modo de resolver los problemas filosóficos.

Vuelve a Austria el 25 de agosto. El 13 había muerto su tío Paul. A pesar de la guerra es uno de los hombres más ricos de Europa. Se deshace de su fortuna entregándosela a sus hermanos, con el compromiso oficial que no se la restituyese nunca, ni en la más mínima parte. Ahora duda sobre que profesión seguir. Piensa en hacerse sacerdote o monje, al final se prepara como maestro de escuela.

Podría contarle mucho más cosas pero no quiero extenderme tanto. Vueso fiel amigo Henry Efwervren ya nos había introducido a Wittgenstein, lo cual no hace sino aumentar mis respetos hacia él. La dejo entonces con una frase del austriaco -nacionalizado británico luego de la anexión de Austria por Alemania- Ludwig W. que le hubiera gustado a Borges para darle grandilocuencia a algún pasaje: “So too at death the world does not alter, but comes to an end.”

Invariablemente suyo,
Teófilo.

26 jul 2006

Los Tapices Flamencos de la Catedral de Zamora

Viajera Teófila,

Le cuento que el médico me diagnosticó tristitia dominici diei en un estado leve, pero para que no empeore me recetó descansar con algún corto viaje. Por eso recalé con mis tristes huesos en la bella villa de Zamora, llamada sin exageración “el museo vivo del románico” por la huella artística que el siglo XII dejó en sus muchas y notables iglesias ubicadas casi todas dentro de una alta fortificación a orillas del Duero, como puede ver en la siguiente imagen.

Me dediqué entonces a recorrerlas una a una, por lo que hacerle una descripción exhaustiva la abrumaría más de lo habitual para mis aburridas epístolas. Por cuestiones de tiempo no pude visitar la iglesia de San Pedro de la Nave, en las afueras de la ciudadela. Dicho templo es continuamente recordado por ser uno de los pocos edificios visigóticos –esto es, prerrománicos- que se encuentran en buenas condiciones en la península. De las que efectivamente logré visitar en peregrinación le resaltaré simplemente la pequeña iglesia de Santiago de los Caballeros, donde habría velado sus armas el Cid y la magnificente Catedral de Zamora, con su singular cimborrio de inspiración bizantina, de la que le envío un dibujo.

De la Catedral poco más puedo decirle ya que estaba en obras, pero logré sin embargo deslizarme en el Museo Catedralicio, en el cual además de diversas bagatelas litúrgicas destacan en su magnificencia una serie de tapices de los cuales le envío dos reproducciones en un tamaño bastante grande para que pueda disfrutar en parte la profusión de detalles. Debo decirle que los colores ya notan bastante el paso del tiempo ya que proceden del siglo XV y pueden haber sido bastante maltratados, ya que no sólo se utilizaban como adorno de calles en diversos eventos sino que aparentemente han podido ser usados en alguna época como alfombras, imagínese Vd. Sabía Vd. que en aquella época España que dominaba Flandes era el principal cliente de la importante industria del tapiz que florecía en distintas ciudades. Al perder esos dominios, se creó la Real Fábrica de Tapices en España, para la cual pintores de la talla de Goya realizaron numerosos "cartones pintados" que eran utilizados luego para realizar los tapices. Estas obras de Goya hoy son muy respetadas (mire esta de unos gitanos midiéndose con unos mozos los favores de la señorita), pero en la época recibían agrios comentarios de los fabricantes de tapices que se veían en serios aprietos para repetir con tejidos los leves cambios de luz de la obra de Goya.

A Ud. siempre tan interesada en la cultura clásica le interesarán sendos tapices que le envío.
Tapices de la Catedral de Zamora - Tarquino Prisco
El primero que le envío fue creado con motivo de Tarquino Prisco, quinto rey de Roma y uno de los que más embellecieron la ciudad. Es admirable de este tipo de obras su capacidad para presentar en un mismo espacio profusión de ideas, épocas y conceptos. En este sentido son los once tapices de la Guerra de Troya, de los que se conservan sólo cuatro, que con pocas palabras y muchas imágenes describen la historia de la guerra que es sinónimo de epopeya.
Le envío la Lámina número 3: “La Muerte de Troilo, Aquiles y Paris”. En esta serie de láminas el texto está en Francés e incluye debajo una traducción resumida en latín. Tenga en cuenta el tamaño de estos tapices: alrededor de 9 metros por cuatro y medio cada uno.
Tapices de la Catedral de Zamora - La Guerra de Troya - La Muerte de Troilo, Aquiles y Paris
Todos además incluyen palabras aquí y allá para aclarar personajes y alegorías.

Luego de mi recorrido por las callejuelas de Zamora, me decidí a tomar una cerveza fría en una taberna de la Plaza Mayor, para luego poner rumbo a las tierras que me acogen desde hace algunos años.
Suyo, como siempre.

Teófilo.

18 jul 2006

Poetica Adulescentis

Mi excéntrica pero nunca peripatética Teófila,

Poniendo algo de orden en mi pequeño estudio encontré una caja con los revueltos papeles que dejara atrás Martín Soga antes de decidir en un impulso propio de su romántica inmadurez viajar a encontrarse según dijo, y aún me río del tópico, con los monjes del Templo de Rashmaputrij. Son una serie de notas de baja calidad que reflejan el citado carácter y que espero a su vuelta olvide por completo dedicándose a tareas más piadosas y propias de un muchacho de su edad. A continuación le trascribo un ejemplo de esta que bien podríamos dar a llamar poetica adulescentis.
Me despido, que el carbonero que lleva mis cartas vuelve ahora mismo para el pueblo y además es ya hora de ir a rezar mis maitines
Teófilo.

Durante el máximo de tiempo posible

No te preocupes
ya termina
en sólo un momento
cuando la oscuridad ceda
la ventana se cerrará
entrará aire fresco
y saldrás

Encontrarás qué hacer
pasarás el día
haciendo lo necesario
para tener que pensar
en sólo y nada más que
cuando llegue la noche
no saber y sentir
ese insaciable
hambre
de siempre.

Podrás salir más de un día,
dos siete veinte cien
Unir el día y la noche
con un abrazo conmovedor
y serán entonces semanas, meses
Pero inexorablemente una noche
entre la cena y dormirte
entre acostarte y dormir
entre cerrar los ojos y morir
entre nacer y vislumbrar
entre despertar y salir
Igual siempre algún día
el hambre volverá y entonces
otra vez deberás
encontrar la forma de
remover la tierra
de preparar tu estómago
o al menos, de salir
y tratar de morir esta vez
durante el máximo de tiempo posible.

13 jul 2006

“Los Sueños de la Razón” de José Antonio Marina

Paciente Teófila,

No crea Vd. que mi humilde biblioteca está formado solamente por libros robados, la mayoría de ellos fueron adquiridos con buenas artes, o bien fueron regalos como es el caso de “Los Sueños de la Razón” de José Antonio Marina que obsequiara mi graciosa hermana en mi última visita a su hacienda en la Española.

He decidido separar mis comentarios en dos epístolas, para así no agobiar los favores de vuesa dulce paciencia. Más adelante intentaré reflexionar sobre el autor y sobre la cocina de este libro, del cual bien sabe Vd. que como filogastronómico en este momento me interesa particularmente. Pero no quise retrasar más mi carta esperando que pueda leerla cuando visite los Champs Elysées.

Pero ahora le contaré sobre el "contenido" de este libro, inscripto en la estructura de un viajero curioso y “objetivo” que visita el lugar de los hechos en compañía del amigo sabio que lo ilumina con sus conclusiones. Marina incluye el correctísimo subtítulo “Ensayo sobre la experiencia política”. Asi, lo más interesante para el autor es "considerar la Revolución (Francesa) como una gigantesca experiencia política". Viajero y amigos, sendos alter ego de Marina, se internan en los meses de Revolución. Allí por ejemplo, por un lado encontraríamos a los girondinos, para quienes "la ley es el resultado de la voluntad general entendida como mayoría en la votación", en una postura parecida a la de los recientemente creados Estados Unidos de América. Por el otro los jacobinos, vencedores bajo Robespierre, para quienes "la voluntad general nada tiene que ver con las votaciones", sino que son algo "objetivo, intemporal, sagrado como la verdad": quien llegue a encontrar ese deseo profundo se convierte en la voz de la nación. Estas y todas las principales discusiones se van sucediendo a lo largo del libro, intentando repetir la imagen de ser una Revolución que se iba discutiendo día a día.

Su protagonista que es un rico hacendado cubano que marcha con su tío que había sido elegido diputado de los colonos de Saint Domingue (actual Haití) para los Estados Generales convocados por el Rey de Francia en 1788 con el fin de resolver sus problemas económicos. Como tal, tiene la posibilidad de codearse con todos los grandes personajes gestores de las ideas y las acciones, por lo que para un no iniciado como yo en el los días de gestión de la revolución resulta una más que atractiva forma de sumergirse en la época.

En el epílogo tal vez encontremos una descripción más clara de las intenciones de Marina, que aunque ferviente defensor de la inteligencia como motor de la humanidad, se posiciona contra la "arrogancia de la razón", que pretende mejorar la sociedad introduciendo reglas nuevas, planificando desde arriba. Marina se basa en Friedrich Hayek, cuando señala que este tipo de racionalista "constructivista" se manifiesta en tres fases: 1) sobreestimación de la razón, 2) desilusión, 3) Exaltación de la Voluntad. Y habla así sea de Robespierre, Hitler o Stalin. Contra la "arrogancia fatal", la alternativa natural de Hayek es el "orden espontáneo" donde la evolución es fruto de la interacción entre infinitos comportamientos individuales.

Esperando no haberla cansado con tales infelices pensamientos, la saluda atentamente y le promete enviarle una epístola acerca de Marina como filósofo y cocinero de libros.

Teófilo.

Post Scriptum: La Imagen que ilustra esta nota es el grabado de Goya titulado "El Sueño de la Razón Produce Monstruos"

Imbécil, idiota y estúpido

El Dr. Paracelso amablemente nos remite las siguientes definiciones, tomadas de http://www.1de3.com/boletin/ej1.htm

"Es una curiosa etimología la de la palabra imbécil, que es una de las primeras que acude a la mente cuando de insultar se trata.
Llegó a nosotros en el siglo XVII a través del francés imbécille, aunque viene de lejos. El significado de esta palabra ha variado a lo largo de la historia, pues en un principio los romanos llamaban imbéciles a las personas débiles y flojas que no se podían sostener sin la ayuda de un bastón, y lo decían sin ningún tinte peyorativo, sin ánimo de ofender a nadie. Se trataba de una afirmación o descripción y no de un insulto.
La palabra imbecillis se formaba a partir de los términos latinos in (sobre, apoyado en) y bacillus (bastón, cayado) y definía al que no se sostenía por su propio pie, ya fuera por vejez, por enfermedad, por debilidad o por el motivo que fuera. Ocurre que el término sufrió una modificación semántica que nos llevó de la debilidad física a la debilidad mental, y de la falta de firmeza a la idiotez.
En el Diccionario se puede leer: 1-alelado, escaso de razón, 2-(en desuso) flaco, débil.

El término idiota es un término médico que expresa un retraso mental más grave que el término imbécil. Nos llegó en el siglo XII a través del francés idiot, como mera adaptación de la forma latina idiota (persona ignorante) derivada, por su parte, del griego idiotés (hombre de la calle, plebeyo, particular). Este significado de inexperto e ignorante tuvo cierta vigencia en la europa medieval, ya que en los monasterios se llamaba idiota al miembro de la comunidad que no dominaba el latín y lo hablaba deslizando errores; de ahí el término idiotismo que define el uso incorrecto de una lengua (por ejemplo: la expresión A pies juntillas es un idiotismo al no concordar en género). Otros dicen que viene del latín idiota que , a su vez, deriva del griego idiotes=privado y éste de la raíz griega idios =propio, particular. Otros más, hablan de que significa aquel a quien no le interesa la política.
Otra voz habitual en el repertorio de insultos es estúpido. Este término proviene del sustantivo latino stupidus (sorprendido, asombrado, aturdido), derivado del verbo stupere (sorprenderse, asombrarse, aturdirse), que han dado lugar a palabras como estupor (asombro, pasmo) y estupendo (admirable, asombroso, pasmoso), estupefacto (atónito, pasmado) y estupefaciente (que causa pasmo, estupor).
Y es precisamente el continuo aspecto de pasmo y asombro que tienen los necios y tontos de baba, lo que envileció el significado original durante el siglo XIX y lo cargó de aspectos negativos hasta llegar al significado actual."

12 jul 2006

Prólogo de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, de Kant

Cara Teófila,

Al terminar hoy mis tareas en la Alcaldía, decidí darme un chapuzón en el río que sabrá Vd. que por esta época es ideal para revitalizar nuestros anquilosadas articulaciones citadinas.

De acuerdo a lo previsto cumplo en enviarle mis primeras reflexiones acerca del Prólogo de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, de Immanuel Kant.
En el mismo, establece el alemán el plan de trabajo que seguirá a lo largo de esta obra. Con una búsqueda de sentido divulgativo, decide que este orden será ir desde el conocimiento vulgar al avanzado. Asimismo, se despacha contra los diletantes de su época, que confunden peras con manzanas, lo "empírico con lo racional, en mezclas de toda laya". Intenta con distintos medios realzar el carácter científico de la Filosofía, que como tal requiere sus especializaciones y sobre todo su "crítica", que en Kant significa acotar los campos de acción para que las conclusiones sean más efectivas.

Repite algunas sus habituales definiciones que convendrá tener en cuenta todo a lo largo de su obra: "Puede llamarse empírica toda filosofía que arraiga en fundamentos de la experiencia; pero la que presenta sus teorías derivándolas exclusivamente de principios a priori, se llama filosofía pura. Esta última, cuando es meramente formal, se llama lógica; pero si se limita a determinados objetos del entendimiento, se llama entonces metafísica."

A continuación corresponderá hablar de cada una de los capítulos:
  1. Primer capítulo.- Tránsito del conocimiento moral vulgar de la razón al conocimiento filosófico.
  2. Segundo capítulo.- Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres.
  3. Tercer capítulo.- Último paso de la metafísica de las costumbres a la crítica de la razón pura práctica.
Trataremos denodadamente entonces de acercarnos a la "naturaleza de la cosa" según Kant.
Estudioso la saluda

Teófilo.

11 jul 2006

Marcha al Suplicio de Berlioz


Dulce Teófila,
Ahora que está próxima a visitar París, no olvide consultar el programa de la Ópera que periódicamente repone la obra de la que le quiero hablar. Se trata del 4to Movimiento de la Sinfonía Fantástica de Berlioz, llamada la "Marcha al suplicio" (escúchela aquí *). Esta Sinfonía, subtitulada “Episodio de la Vida de un Artista”, es autobiográfica y describe con sonidos sus amores convulsos con Harriet, con quien finalmente se casó. Luego de soñar, y tratar de olvidarse de la artista y experimentar la soledad, llega la Marcha del Suplicio. El artista se envenena con una dosis de odio, insuficiente para matarlo, pero que lo somete a las más variadas visiones: Sueña que ha matado a la mujer que ama, que lo condenan y que asiste a su propia ejecución. El cortejo avanza a los sones de una marcha enérgica y sombría, unas veces solemne y brillantes otra acompañada de un ruido apagado de pasos que sucede sin transición al más ruidos estrépito. Al final reaparece los cuatro primeros compases como un último pensamiento de amor.
Esta obra es presentada como la primera composición de música psicológica.

Berlioz fue un escritor, crítico y compositor francés, (1803-1869) que trabajó sobre todo en París e influyó a músicos como Tchaikovski, Strauss y Liszt. Llamado el padre de la instrumentación moderna, escribió un importante tratado. Es recordado por ser uno de los impulsores de la Música de Programa: netamente narrativa y realista, donde con frecuencia se añade comentario literario, como fue en este caso.

Espero que la obra propuesta sea de vueso agrado.
Teófilo.

* Estos músicos se hacen entender en Real Audio. Si quiere la obra completa, encuéntrela aquí

10 jul 2006

Una verdadera Bitácora es Leaving Salónica

Dulce Teófila,
Desafíola a hacer un repaso de las innumerables epístolas que hemos intercambiado en Salónica. Debo decirle con alegría que con él hemos logrado materializar un interesante apunte de notas que de otra manera hubiera quedado relegados a jeroglíficas notas en informales cuadernos.
  • En Octubre comenzamos fijando nuestras primeras impresiones, con Bukowski, Rimbaud, Wiesel & Pinter y Jung
  • En Noviembre la correspondencia se intensificó. Herman Hesse me provocó varios comentarios, y también hice algunos otros algo morales que a la distancia tienen el sólo valor de registro. También Wallace, Papini, Poe, Tolouse-Lautrec. Me envió una frase de Nietzsche que hoy he copiado en las paredes de mi celda. Ya desde esta temprana época comenzó Vd. a ilustrarme con los clásicos: recordará seguramente "Adoro a Lesbia en los versos de Cátulo". Introdujo Vd. también a Platón, la tortuga de Zenón, entre otras menudencias.
  • Diciembre estuvo pletórico de autores: Saramago, Kosinsky, Dante y Cervantes, Carpentier y Saer, Hesse y los psicólogos, el simpático Juan Bergua (el último ilustrado). Vd. incluyó unos versos desgarrados de los que fui crítico en su momento pero que hoy los he reconsiderado más que positivamente, creo que Vd. sabrá disculpar mi exceso de celo. Y hubo frases, recomendaciones de Lupus, vueso retrato por primera vez publicado, etc...
Y aquí acabo estas primeras notas, la invito en lo sucesivo releer algunos meses de epístolas y ver como el tiempo no sólo separa los elementos pesados de los livianos sino las buenas palabras de las fútiles y vanas.
Suyo,
Teófilo.

9 jul 2006

Madame Bovary, de Gustave Flaubert

Caricatura de Flaubert de la Revista Especulo de la UCMPolifacética Teófila,
Vuesa Biblioteca no fue la única que sufrió el apurado expolio de este su humilde servidor. También en la Biblioteca familiar deben haber notado algunos huecos aquí y alla. Es el caso de "Madame Bovary", novela sobre la cual antes de aventurar conclusiones me remitiré a la bastante clara y escueta contratapa de la edición 2005 de Losada/La Página por mí robada y hoy terminada de leer.

"Gustave Flaubert (Francia, 1821-1880) es el creador de uno de los personajes más complejos e inolvidables de la literatura: Emma Bovary. Esta novela que se publicó por primera vez en 1857 cuenta la vida, la obra, la secreta pasión y la muerte de una mujer infiel. Emma es una señora bien casada, que estimulada por sus lecturas románticas y por el medio burgués al que pertenece sale de pronto a la búsqueda de aventuras amorosas "como un Quijote con faldas", como la definió Ortega y Gasset. Sus pensamientos, sus fantasías y los encantamientos en los que va perdiendo contacto con el mundo real han sido narrados con tal maestría, que tienen vigencia después d emás de cien años y significaron una clave para el desarrollo de la novela moderna. Consultado Flaubert en muchas oportunidades acerca de quién había sido su modelo, contestó con la célebre frase "Madame Bovary soy yo". Con estas palabras, el autor resumía su teoría literaria y contribuía a su propia leyenda."

Simplemente agregar lo mismo que le decía acerca de aquella obra de violín: el escándalo que causó Mme Bovary como la controversia de aquel concierto fue en sendos casos signo de su valiente originalidad.
Manténgame al tanto de sus avances en la filosofía gastronómica.
Saludos de su Teófilo.

Post Scriptum: A Vd. que le agrada la música añadida: el patetismo de Madame Bovary combinaría adecuadamente con el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo

6 jul 2006

Rojo y Negro: Stendhal y Nietzsche

Caricatura de Stendhal de Caricature ZoneRomántica Teófila,

¿Que la ha llevado mi querida amiga a Vd. en los días de mi tormentosa huida del país allende los mares a esconder entre mis apurados petates un raído ejemplar de la novela "Rojo y Negro" del francés Stendhal? Se podría pensar que la culpable fue vuesa alma proclive a exacerbar la pasiones de algún modo formales del romanticismo, pero eso sería injusto para con Vd. Y lo sería además con Stendhal, en cuya novela el entrañable personaje Julien Sorel se acerca más al atormentado soldado de Woyzeck, misteriosa obra cuasiexpresionista de principios del ochocientos, que a los personajes del Hernani del romántico estricto Victor Hugo. El destino de Sorel sigue el mismo recorrido que el de un meteoro que antes de destruirse y con él amplias superficies en su brutal colisión con la tierra, describe una brillante parábola que los poetas alaban y de la cual los crédulos intentan extraer alguna gracia. Así descripto, Julien sería un romántico como Schubert o más bien, como Chopin, ya que este último no alardeaba de sus propias penas (escuche).

Sin embargo, el personaje de Stendhal no se conforma con creer y llevar la fe en su propia pasión hasta las últimas consecuencias. No podemos tampoco confundir su orgullo con emociones o razones clasistas: Sorel ante todo se define por lo que es: un ser libre. O deberíamos decir mejor, por lo que no es: Ante todo, no es un lacayo. Los intereses de la crítica en insistir en las definiciones políticas del propio Stendhal como monárquico, o bien asimilando siempre la democracia al populismo no me hacen olvidar sin embargo un trasfondo que se deja entrever en la personalidad de Julien Sorel en la que se sitúa a sí mismo, y me permitirá el tópico, "más allá del bien y del mal". Sorel se interesa por su poder personal, por no cejar en sus empeños, por no ser tratado como lacayo. Respeta a los ricos pero por su capacidad de hacerse respetar y como desafío a su propia habilidad, pero en el fondo se burla de su brutal ignorancia sobre la vida cómo él mismo la vislumbra. La Iglesia es sólo un trampolín para el conocimiento y el poder. Las mujeres son objeto de su pasión, mezclado con su necesidad de verse respetado. Sigue estas directrices sin explicarse porqué, sino dándolas por supuestas y necesarias para su espíritu. Y en todo esto se puede vislumbrar una adolescencia tormentosa, o lo que me causa alguna curiosidad que es un chispazo de posicionamientos humanos como los que serán conocidos a fines del mismo siglo a través de la pluma de Nietzsche.

En este punto, y una vez planteada mi inquietud, me retiro de la batalla ya que haber descubierto una relación entre llevar el ideal romántico al paroxismo y la filosofía del bigotudo alemán no es más que otra muestra de la necesidad de verme sumergido en la biblioteca de la Escuela Epicurea Salmanticae en vez de buscar nuevamente la conocida formulación china para preparar la pólvora.
Más allá de estos fútiles comentarios, puedo concluir que leer las 547 páginas de "Rojo y Negro" resultó un ejercicio llevado a cabo con extrema fruición, y que no deja de ser un libro más que recomendable para jóvenes inquietos que no se asusten con el número 547.

Suyo y sin novedad,

Teófilo

17 jun 2006

Concierto para Violin Nro 1 en Re M, op. 35 1er mov - Allegro Moderato

Óptima Teófila
Sabrá Vd que a último momento, los ancianos de la venerable Escuela Epicurea Salmanticae intentaron probar mis recursos académicos con una nueva prueba. En un exceso neoplatonista renegaron de la importancia de las ciencias experimentales -al estudio de las cuales ellos mismos me habían previamente instado- y me encomendaron como contrapartida estudiar la Historia de la Música, por eso de alimentar todos los aspectos del espíritu y Vd. sabrá cuántas cosas más.
El asunto es que leyendo vuestra reciente epístola sobre Schopenhauer, el párrafo en que ponía como los hechos trascendentales de su tiempo a Kant, las ciencias y el redescubrimiento de la filosofía oriental. Pensaba que importantes esos descubrimientos que de los que cuya importancia se olvida simplemente porque sus conclusiones se volvieron habituales hasta la obviedad. Los tres aspectos que rescata Schopenhauer sólo los domina algún filosófico lector, aunque estén presentes en el lenguaje de la mayoría de los hijos del Señor.
Y recordé la pieza de Tchaikovski que debí estudiar para la ocasión y cuyo nombre ilustra esta epístola. Un concierto con complicadísimos pasajes de violín y que fue rechazado sistemáticamente por todos los grandes violinistas de la Europa romanticista, porque simplemente era "imposible de tocar". Hasta que alguien vislumbró como podía hacerlo, y la presentó finalmente si mal no recuerdo por primera vez en Londres. El asunto es que esta pieza en nuestros días es simplemente "una obra virtuosa más", a la que los reputados violinistas no le tienen ya tanto temor. Es que Tchaikovski con esa obra llevó la antorcha un poco más allá, si me permite la expresión. De la misma manera que el alemán con su visión global de la cosa en sí.
Aprovechando al máximo las horas que no debo dedicar ya al sagrado estudio y aunque Vd. no lo crea, insomne.
La saluda
Teófilo.

10 may 2006

Germanismos en las lenguas romances

Cara Teófila,
Los ancianos de la Escuela Epicurea Salmanticae me obligan a algunas lecturas tal vez algo tediosas. Releyendo por dicha causa a César en De Bello Gallica, ("Acerca de la Guerra de los Galos") reflexiono sobre la caída en desuso de Bellum, la palabra romana para la guerra. Está presente en algunos cultismos "bélicos", pero fue reemplazada en todas las lenguas romances por el germano werra. Sin contar palabras técnicas incorporadas en el siglo XX, pocas son las influencias del alemán en la lengua de los castillos y la trashumancia de pastores de ovejas, excepto una serie de palabras bélicas incorporadas probablemente por la nobleza germana en el latín vulgar: Yelmo, dardo, estribo, espuela, guardia, espía, albergue, jabón, etc....
Evidentemente distraído de mis obligaciones más urgentes, le saluda,
Teófilo.

PD: Sabiendo que rompo la unidad aristotélica de esta epístola, igual le comento que no termino de comprender la definición de escorzo ¿sabe Vd. algo del asunto?

27 abr 2006

La trascendencia de Unamuno y el lado de acá de Paul Klee

Multifacética Teófila,

Estoy leyendo un opúsculo de caprichosas citas de D. Miguel de Unamuno. Ya sabe Vd., aquel que antes de ser echado como perro de la Universidad salmantina, a la que él había devuelto a su medieval magnificencia, y ante el inexorable avance de la muerte por estas salvajes dehesas dijo: "Venceréis, pero no convenceréis". Nota aparte merece el reciente uso de la derecha vernácula de esa frase para sus espurios intereses. Bueno, como decía (1) Miguel de Unamuno:
"Yo no digo que merezcamos un más allá, ni que la lógica nos lo muestre; digo que lo necesito, merézcalo o no, y nada más. Digo que lo que pasa no me satisface, que tengo sed de eternidad y que sin ella me es todo igual. Yo necesito eso, ¡lo ne-ce-si-to! Y sin ello ni hay alegría ni la alegría de vivir quiere decir nada"

Paul Klee decía (2) de sí mismo
"Soy incomprensible del lado de acá. Vivo igual de bien entre los muertos que entre los no-nacidos. Algo más cerca del corazón de la creación que lo ordinario. Pero no lo suficientemente cerca ¿comunico calor? ¿frialdad? Más allá de todo ardor no puede discutirse eso. Cuanto más me distancio, más piadoso soy. Del lado de acá, a veces me regocijo un poco del mal ajeno. Son matices de la misma cosa. Los curas no son lo suficientemente piadosos para verlo. Y se escandalizan un poco, los doctores de la escritura"

Las dos posturas son tentadoras. Unamuno, con ese racionalismo que se siente sin embargo vacío si abandona un sentido cristiano de la trascendencia. Paul Klee, negando su pertenencia a un más acá demasiado pueril, buscando una trascendencia ya no celestial, sino tal vez surrealista, o más bien ¿onírica?. De momento a no caer en la tentación, a rebuscar un rato más en este basural ¿no le parece?
Como diría nuestro querido Michel Onfray si quisiera, y no cito: "cuánto daño has hecho, ¡Oh Pablo de Tarso!"
Simples saludos de vueso
Teófilo.
(1) Robles Carcedo, L. (ed.) Epistolario Americano (1890-1936), Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1996. Citado por un libelo incitable.
(2) De un catálogo de una exposición de Klee, citado por Susanna Partsch en "Paul Klee", Benedikt Taschen Verlag, Alemania.

25 abr 2006

La Flaca

Cara Teófila,

Cuando hoy desperté y salí al prado cercano, el otoño se había presentado, como suele decirse, con su máximo esplendor. Un color rojizo todo lo inundaba, los árboles; y en la tierra, algo húmeda por el rocío de anoche, una capa de hojas formaba un voluptuoso colchón. La luz era diáfana por ese efecto que causa en las mañanas nubladas el sol cuando logra por un lejano claro entrar horizontalmente a primeras horas. Pensé que lo primero era registrar el momento con algunas fotografías. Un solo verde había, el de la cercana dehesa, en medio de donde un vecino echaba a sus vacas un cereal por el que muchos en lejanos países serían capaces de matarlo junto con su familia y todos sus animales con el solo objeto de saciar sus bajos instintos alimentarios. Mirando al ganadero, una mujer y una niña (¿su nieta?), disfrutaban del tranquilo espectáculo. Extrañamente lejos de su mentor, algunas vacas se entretenían rumiando junto al cerco donde yo estaba. Observé que el color de estos animales, que en algunas especies es normal que sea un marrón algo rojizo, eran en este caso de un definitivo rojo. Pensé que era una ilusión provocada por la conjunción de sol, nubes y otoño, por lo que me acerqué caminando en diagonal hacia a ellas, buscando cambiar el ángulo desde el cual veía los extraños animales y así descubrir su verdadero color. Les pareció a estos bichos que yo era una amenaza, se sobresaltaron e incluso una más joven dio la vuelta elevándose en sus dos patas, lo que al menos sirvió para confirmar que sí, que estas vacas eran rojas como la sangre.
Varias veces me desperté escuchando un ruido cheschescheschas y golpes tactac. La señora que limpia pensé. Otras veces cheschescheschas y ya volviendo a los cabales que la vigilia da, empecé a sospechar ¿es posible que un domingo tan temprano haya venido la señora de la limpieza? Salté de la cama y fui hasta la sala común del albergue, un amplio recinto vidriado, donde descubrí al causante del alboroto. Un cuervo pequeño y sí –claro- negro, intentaba infructuosamente escapar del recinto vidriado. Había entrado por el único roto de las decenas de pequeños vidrios que separan la sala del jardín, pero no acertaba a reencontrar el hueco para salir. Exhausto ya, mi presencia le dio la postrera fuerza para golpear salvajemente las ventanas. Abrí la puerta al jardín pero era demasiado para él, temí por el ave. Poco a poco la fui dirigiendo hasta que encontró la puerta y voló, lejos, lo perdí de vista. Me fui a lavar los dientes y luego a la cocina a calentar un cacharro para el desayuno.

Ahora más despierto le envío a Vd. estas líneas.
Si creer ni en sombras ni en bultos que se menean, lo saluda.

Teófilo.

24 abr 2006

Miguel Delibes describe a Los Santos Inocentes

Docta Teófila,
La secta que dirige la Academia Epicurea Salmanticae ha recomendado, para "facilitar" mi ingreso a la misma, que lea una serie de libros clave de la literatura hispana. Dicen estos nobles ancianos que no es obligatorio, pero he optado por hacer lo que mandan. Así, he leído en un santiamén "Los Santos inocentes" de un tal Miguel Delibes, a la sazón Premio Cervantes. Creo que a Vd. podría gustarle en algún momento pasar sus páginas. Por compararlo con algún autor por nosotros dos conocidos, le diría que Delibes describe a las personas como hace vueso amado Juan José Saer lo propio con el río Paraná y sus islas. En este caso las personas que pululan en "Los Santos Inocentes" viven en un mundo de ignorancia y brutal opresión. Comprenderá Vd que si son presentadas tal como el entrerriano más famoso de París describe la fatigosa corriente del río en una calurosa y húmeda tarde de verano, el resultado será una clara denuncia.
La mantendré al tanto de mis avances en la poesía y novela de estas salvajes tierras.
Por ahora -aunque nada es para siempre así que no se me malacostumbre- suyo,
Teófilo.

14 abr 2006

Los Origenes del Pensamiento Griego, de Jean-Pierre Vernant

Cara Teófila,
Con mi ánimo actual de devorar más que incorporar conocimientos, hice lo propio con uno de los libros que subrepticiamente substraje de vuesa biblioteca, "Los Orígenes del Pensamiento Griego", de Jean-Pierre Vernant. Claro y pedagógico, describe las condiciones en las cuales aparece la polis y el logos se diferencia del mito. Sin embargo, mi espíritu enciclopedista no logro captar el arché del asunto, un primer porqué en Grecia, ya que la serie de condiciones descriptas son similares a la de otras civilizaciones cercanas. Igualmente, "ido el conejo, palos en la cama", que lo mío es la Escuela Epicurea Salmanticae Le envío un párrafo que recuerda nuestra experiencia en Salónica y otras ciudades del Cercano Oriente:
"La filosofía se encuentra, al nacer, en una posición ambigua: por su marcha y por su inspiración está emparentada a la vez con las iniciaciones de los misterios y las controversias del agora; flota entre el espíritu de secreto, propio de las sectas y la publicidad del debate contradictorio que caracteriza a la actividad política. Según los medios, los momentos, las tendencias, se la ve, como a la secta pitagórica en la Magna Grecia en el siglo VI, organizarse en cofradía cerrada y rehusarse a entregar a la escritura una doctrina puramente esotérica. Así podrá, como lo hará el movimiento de los sofistas, integrarse plenamente en la vida pública, presentarse como una preparación para el ejercicio del poder en la ciudad y ofrecerse libremente a cada ciudadano por medio de lecciones pagadas en dinero. Acaso la filosofía griega no pudo desprenderse nunca del todo de esta ambigüedad que marca su origen. El filósofo oscilará siempre entre dos actitudes, titubeará entre dos tentaciones contrarias. Unas veces afirmará que es el único calificado para dirigir el Estado y, tomando orgullosa-mente el puesto del rey divino, pretenderá, en nombre de ese «saber» que lo eleva por encima de los hombres, reformar toda la vida social y ordenar soberanamente la ciudad. Otras veces se retirará del mundo para replegarse en una sabiduría puramente privada; agrupando en derredor de sí a unos cuantos discípulos, querrá instaurar con ellos, en la ciudad, otra ciudad al margen de la primera y, renunciando a la vida pública, buscará su salvación en el conocimiento y en la contemplación."
Simple y suyo,
Teófilo

12 abr 2006

Libros robados de los Jardines deTeófila

Nunca por mí tan respetada en vuesa inmensa caridad Teófila,
Sobre esos huecos que seguramente Vd. habrá hace tiempo notado en los anaqueles de vuesa extensa biblioteca debo decir mea culpa. En mi huida desesperada del país allende los mares cogí algunos libros que no había tenido tiempo de leer. Creo sabrá comprender y que no faltará momento para devolver dichos documentos a vueso poder. A continuación, la lista exhaustiva del expolio.
  • El Miedo a la Revolución, Jean Paul Sartre, Proteo, 1970
  • El Satiricón (Selección), Petronio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • Odas (Selección), Horacio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • La Guerra de Yugurta, Salustio, Centro Editor de América Latina, 1970
  • Carmina Burana (Selección), Centro Editor de América Latina, 1970
  • Antología, Miguel Hernández, Biblioteca Página/12
  • La vida de los Hombres Infames, Michel Foucault, Altamira/Nordan ("impreso en forma cooperativa en Editorial Nordan Comunidad
  • El Chamanismo y las Técnicas Arcaicas del Éxtasis, Mircea Elíade, Fondo de Cultura Económica, 1994
  • Utopías del Renacimiento, Moro/Campanella/Bacon, Fondo de Cultura Económica, 1995
  • El Limonero Real, Juan José Saer, Planeta, 1994
  • Los Orígenes del Pensamiento Griego, Jean-Pierre Vernant, Paidós,1992
  • Ecce homo, Friedrich Nietzsche, Alianza,1989
  • República, Platón, Eudeba, 1986
  • Hermenéutica del Sujeto, Michel Foucault, Altamira, 1996
Esperando no haber olvidado de listar ninguno y confiado de vuesa magnanimidad, lo saluda,
Teófilo.

11 abr 2006

¿Recuerda la Teleología?

Cara Teófila,
Para mis estudios en la Academia Epicurea Salmanticae quería conocer definiciones concisas acerca del denominado modelo teleológico, de Platón y Aristóteles. Además de la usual definición de wiki¸ encontré un espectro interesante de aproximaciones al asunto: primero una definición ideal para mi fin primero, dedicada la misma a estudiantes de bachillerato. La segunda, una visión de un autodenominado Grupo de Propaganda Marxista, el cual debo decirle que más allá de mi sorpresa al tropezarme con dicha fuente, no hubo profundización en las largas parrafadas de estos apólogos. Finalmente, me encontré con otro apólogo, más campechano, definiendo a la Teleología dentro de un léxico de Religión. Mi interés en este último debe su razón a descubrir personas creyentes de las balbuceantes formas en el que la humanidad intentó buscarle un sentido a la naturaleza. Este buen hombre ora habla de naturaleza, ora habla de moral sin distinguir demasiado uno de otro. No puede admitir que la vida de una mosca no tenga una finalidad, sin más explicación de que se aplicaría a sí la misma vara, con resultados depresivos para sus débiles nervios. Es la causa final aristotélica, dentro de la cual todo lo que existe lo hace con un fin. La teleología, vamos.
Lejano (en griego téle, no télos, este último "fín último") y suyo,
Teófilo

25 mar 2006

Sobre la Mayéutica y la Violencia

Cara Teófila,
Sobre ciertas formas para exponer conceptos en forma oral no pocas veces he sido crítico. Sobre todo me ha molestado la manera retórica de realizar preguntas para dar la ilusión de que sea el "receptor" quien llegue a las conclusiones preconcebidas por el "emisor". Claramente Vd. verá que en la actualidad semejante método puede realizarse de un emisor o maestro muy superior a su receptor o alumno. Se requiere metodologías pedagógicas como ésas para aludir a un concepto que, formulado prosódicamente, sería tal vez incomprensible. El mismo método que usan las maestras cuando preguntan "de qué color era el elefante blanco de Aníbal". Perdonará Vd. mi burdo ejemplo de la agresión que significa para un "receptor" con medianas luces encontrarse envuelto en semejante forma discursiva.
Esto viene al caso de que releía hoy que cuentan que cuentan que contaban los que saben, que una de las innovaciones de Sócrates fue este "método de las preguntas", o mayéutica, a contrapunto de los largos discursos que formulaban sus odiados sofistas. A estas alturas debo decirle que cualquiera que intenta utilizar la mayéutica para referirme algo, no recibe de mí en el mejor de los casos más que indiferencia. Y, ¡ay de aquel que insista!
Puro y duro,
Teófilo.

PD: Ahora, cuando alguna grácil mujer aplica cualquier forma discursiva, fácilmente ella podrá optar por recibir todo mí cariño que, con indiferencia hacia palabras y conceptos, se guiará sólo por el timbre de su voz.

21 mar 2006

Ingreso a la Academia Epicurea Salmanticae

Sabia Teófila,
Cómo Vd. bien sabe, deseo ingresar a la Academia Epicurea Salmanticae. Para dicho fin no alcanza con mis muchas primaveras, sino que es necesario demostrar que uno es conocedor de distintos saberes y uno de ellos es, claro, la Filosofía.
Dado que los decanos exigen un repaso de toda la Historia de la Filosofía, deberé dedicarme a beber conocimientos resumidos, con un sentido atenuado de la crítica. Todo ellos para aprobar lo que llaman "Selectividad para el Ingreso a la Universidad".
Durante las próximas semanas le enviaré una copia de mis apuntes, sabiendo que sabrá Vd. sabrá perdonar que estos carezcan de una mayor profundización que me alejaría de mi objetivo más inmediato.
Modestamente,
Teófilo.

20 mar 2006

Tratado de Ateología - Apuntes Caprichosos acerca de Él

Paciente Teófila,
Permítame resumirle algunos "Principios de la Ateología" que presenta el galo hereje Michel Onfray -que arda eternamente en el penúltimo círculo del infierno- en su reciente opúsculo "Tratado de Ateología - Física de la Metafísica", del que ya le enviara un breve glosario.

El herético galo plantea que a pesar de las aparentes diferencias entre los tres monoteísmos, estas son "de grado, no de naturaleza", es decir que comparten la misma base: "Una serie de odios impuestos con violencia a lo largo de la historia por los hombres que se pretenden depositarios e intérpretes de la palabra de Dios, los clérigos: odio a la inteligencia -los monoteístas prefieren la obediencia y la sumisión-; odio a la vida, reforzado por una indefectible pasión tanatofílica; odio a este mundo, desvalorizado sin cesar con respecto a un más allá, único depositario de sentido, verdad, certidumbre y bienaventuranzas posibles; odio al cuerpo corruptible, despreciado hasta en sus mínimos detalles, mientras que al alma eterna, inmortal y divina se le adjudican todas las cualidades y virtudes; por último, odio a las mujeres, al sexo libre y liberado." Una vez realizada esta "deconstrucción", podrá la ateología dedicarse a desenmascar en detalle cada una de las falacias de los tres monoteísmos.

Michel OnfrayLe contaré algunas impresiones personales. Creo que uno de los conceptos interesantes del irrespetuoso francés gira alrededor de un ateísmo tranquilo. "La negación de Dios no es un fin, sino un medio para alcanzar la ética postcristiana o francamente laica.". Esta tranquilidad puede en algunos casos permitir a las mentes supuestamente críticas ver que mantienen internamente un pensamiento altamente influenciado por la teología (Mire Vd., iba a decir "por la teología tradicional", lo que sería lo mismo que decir que existe una "buena" apologética). Continúo. Habla el hedonista galo de "Una ética sin obligaciones ni sanciones trascendentes". ¿Cuántas noches en Salónica hemos hablado de la búsqueda de la trascendencia?, ¿cuánto de esto estaba impregnado de una ética francamente cristiana? El antipapista francés se inclina por directamente negarle la misma entidad histórico a Jesucristo, y razón no le falta si se aplican los mismos criterios científicos que se usan para hablar de Rómulo y Remo. Muchas laicas e iluminadas mentes prefieren buscar a un Cristo humano, revolucionario, hippie e, incluso, guerrillero (!). Es decir, utilizando la misma apologética de los monoteísmos que citan y relacionan párrafos y fuentes a piacere, para justificar en el texto "sagrado" la propia ideología. Pero eso sí, ideologías progresistas, humanistas.
"La lectura de los Evangelios exige la misma actitud que la prosa novelesca antigua o los poemas homéricos: dejarse llevar por el efecto literario y renunciar al espíritu crítico"
Espero no haberla importunado con tanto fútil palabrerío. En una próxima carta deberíamos hablar de los recientes arranques religiosos por las caricaturas de Mahoma, una falta que podríamos calificar de "administrativa" en vista de la certera crítica del irreverente francés a las tres grandes religiones monoteístas.
Hasta la victoria y suyo, siempre.
Teófilo

PD: Decidí dejar mis justificaciones inútiles para el final. Esta epístola fue realizada con completo desinterés en encontrar conclusiones de validez divulgativo. Tanto Nietzsche no leído, tanto olvidado Epicuro, tanto Spinoza por conocer me impiden dar conclusiones certeras (si al menos pudiera deletrear "Nietzsche" sin titubear).

19 mar 2006

Lenguas del Mundo

Curiosa Teófila,
Casualmente entré en un interesante sitio sobre las Lenguas de Hispania y de todo el mundo conocido. Puede visitarlo en http://www.proel.org

Teófilo.

Breve Glosario para el Tratado de Ateología de Michel Onfray

Experimentada Teófila,
Sé que Vd., al contar con la experiencia que brindan los años, puede creer demasiado simples algunas de mis preocupaciones. Ocurre que durante mi lectura del herético "Tratado de Ateología" del no menos hereje Michel Onfray, se han abierto varias líneas de trabajo, lo cual aunque siempre positivo me obliga a tomar algún orden en mis apreciaciones. De esa manera, he decidido comenzar haciendo un breve glosario de las palabras de las cuales me interesaba saber algo más, sin tampoco necesitar un completo estudio de cada una. Estas son:

  • Deista-Deismo: que son los que de defendían la existencia de dios como principio de la realidad, pero despojado de los atributos con que le había revestido el cristianismo: providente, creador, personal, etc.
  • Gnosticismo: Onfray cita por ejemplo la destrucción de templos gnosticos. Es una serie de creencias bastante heterodoxas que crecieron mucho hasta el siglo III cuando la Iglesia bajó línea y "puso orden" en tanta libre explicación del fenómeno cristiano. La palabra, del griego, viene de "conocimiento". El agnosticismo por su parte es mucho más moderno y es una especie de reacción científica a los que le daban a Dios una entidad científica.
  • Lo "performativo": el hecho de que las cosas existen por el hecho de decirlas, como el cura que declara casada a una pareja. Muy relacionado creería con lo de "In principio erat verbum" de Juan.
  • Ectoplasma: Lo usa Onfray irónicamente para referirse a Dios. Es una palabra que además de ser la parte exterior del citoplasma celular, es usada por los esotéricos como "materialización", o incluso "emanaciones" del mismo medium. Pueden adquirir autonomía y función.
  • Pleonasmo: Lo usa Onfray para introducir un concepto como "ateísmo ateo" Transcribo completa la definición de la RAE. "Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos."2. m. Demasía o redundancia viciosa de palabras.

Luego le enviaré otras apreciaciones acerca de este interesante libro.
Suyo,

Teófilo.

8 mar 2006

Cabrera Infante y la Caguama

Aurelia escribe a Salónica "Queridos amigos, leí un cuento de Cabrera Infante. No recuerdo el título ... Me había impactado lo sorprendente de su desenlace y cómo incluía en la ficción la descripción científica de la caguama. Agradaría mi espiritu un comentario sobre él. Aurelia".
Yo que desconozco estos asuntos, he buscado el significado de caguama, y parece ser que es una tortuga en peligro de extinción ¿alguien puede echar algo de luz sobre este asunto? Teófilo

6 mar 2006

Raymond Chandler y su imperdible Marlowe

Teófila Albión,
Esperando el barco que me traería de vuelta a Calipso y durante el viaje me devoré el policial "El sueño eterno", donde el escritor Raymond Chandler presenta por primera vez en sociedad al típico personaje de las novelas norteamericanas de detectives: Philip Marlowe
La editorial presenta el libro como joya de la literatura universal, pero debemos decir que es ahora una especie de "gran lugar común", pero por supuesto, viene del remitente original. ¿no le parece? Me encontré riendo en voz alta en el puerto, algo así como festejando los grandes chistes y salidas conocidas (la femme fatal, el duro-cariñoso, el malo no tan distinto del bueno, etc...). Slavoj Zizek en el libro al que me referí hace un tiempo hacía un análisis de estos detectives comparándolos con los psicoanalistas (el cobro que distancia del hecho, la búsqueda de lo oculto, y otras cosas). En la web "El poder de la Palabra" hay unos textos seleccionados del autor que son muy ejemplificadores de estos detectivos de mirada oscura pero de construcciones gramaticales sencillas, mucho más policías que poetas: "Llevaba yo mi traje azul pólvora, camisa azul oscura, corbata y un pañuelo desplegado, zapatos gruesos y negros, medias negras de lana, con cuadrados azul oscuro. Estaba yo pulcro, limpio, afeitado y sobrio y me importaba muy poco quien lo supiera. Era en todo el detective privado tal cual debe ser." Afirmativo.

Habrá más noticias para este boletín,
Suyo,
Teófilo.

4 mar 2006

Paseando por el Museo Thyssen-Bornemisza

Colorida Teófila,
Tuve hoy la oportunidad de visitar el "Museo Thyssen-Bornemisza", del que siempre le quedará la posibilidad de hacer la visita virtual, en espera de futuros más cercanos. Este museo de nombre tan raro para no iniciados como nosotros, es un cierto orgullo para el ambientecillo hispano, que cuenta en esta colección con "un par de cada uno" de los grandes pintores del siglo XIX y principios del XX. Están todos: Monet, Manet, Toulose-Lautrec, Paul Klee, Kandinsky, Van Gogh, Picasso... bueno de Picasso hay por todos lados, hasta coches "Picasso" hay. La aristocracia española juntó cuadro hasta Goya, después no hubo una peseta para nada más, hasta que entró de vuelta en el mundo, digo en la UE, y es medio tarde para ponerse a comprar cuadros que valen millones, que igualmente debieron poner junto con ciertas movidillas para lograr que la colección se quede unificada y en Hispania. Le envío sólo para su solaz, algunas burdas copias de algunos de los cuadros que vi hoy. Como mañana ya abandono Madrid, el Museo Reina Sofía y su "Guernica" quedará para más adelante.
Modestamente,
Teófilo


HOFMANN, Hans / "Hechizo azul", 1951
Esos diseños que ahora nos parecen tan comunes pero sin embargo...



LICHTENSTEIN, Roy "Mujer en el baño" 1963
Puro Arte Pop, no se bien que me lleva a enviarle una copia. Por los puntitos del offset, pero ni se ven en la copia, el rojo y blanco se funden en rosa.


GOGH, Vincent van
"Les Vessenots" en Auvers 1890
Los descargadores en Arles 1888
Mi reflexión estética: no creo que nunca haya visto tanto dinero junto en tan poco espacio.


POLLOCK, Jackson / "Marrón y plata Ica". 1951
Un ejemplo de lo que sirve verlo en el museo: cualquier cosa que me haya llevado a resaltar este cuadro se pierde irremediablemente al verlo reducido.


ERNST, Max "Arbol solitario y árboles conyugales" 1942
Otro: cualquier cosa que haya visto en este cuadro no está en la copia que le envío


FILONOV, Pavel Nikolaevitch y GLEBOVA, Tatiana / "MOPR. Prisión", 1927
Este fue el primero que pensé en mostrarle. No llegas a ver los detalles pero tiene casi infinitos dibujos e imágenes dentro de los dibujos dentro de los dibujos dentro de los dibujos. El año 1927, de repente ciertos cuadros adquieren un relieve especial cuando uno mira las fechas ¿no le parece?