Al observar cómo se ha tomado el trabajo de ordenar nuestra correspondencia acumulada etiquetando cada epístola, posé mi ojos en una de las primeras cartas que escribí para usted. En ella mencionaba a uno de mis poetas más queridos, a Catulo, pero no le enviaba ningún texto suyo.
Hoy, entonces, elijo este carmen VIII:
Miser Catulle, desinas ineptire,De este carmen encontrará innumerables versiones y traducciones; yo hoy elijo esta versión hecha por Aldo Oliva:
et quos vides perisse perditum ducas.
Fulsere quondam candidi tibi soles,
cum ventitabas quo puella ducebat
amata nobis quantum amabitur nulla.
Ibi qua multa tum iocosa fiebant,
quae tu volebas nec puella nolebat.
Fulsere vere candidi tibi soles.
Nun illa iam non vult: tu quoque impotens noli,
nec quae fugit sectare, nec miser vive,
sed obstinata mente perfer, obdura.
Vale, puella. Iam Catullus obdurat,
nec te requiret nec rogabit invitam:
at tu dolebis, cum rogaberis nulla,
scelesta, vae te, quae tibi manet vita?
Quis nunc te adibit? Cui videberis bella?
Quem nunc amabis? Cuius esse diceris?
Quem basiabis? Cui labella mordebis?
At tu, Catulle, destinatus obdura.
Abandona el ridículo, desdichado Catulo;Excelente!
y lo que ves que ha muerto
considera perdido.
Un tiempo, albos,
ardientes rayos de un sol,
al fulgurar, tú poseías,
cuando pertinaz,
en la muchacha,
succionado, recaías:
la que amamos cual ninguna
deber ser amada.
Allí,
en donde los copiosos
goces resurgían:
los que tu deseabas
y a la muchacha no desencantaban.
Ciertamente, poseías el fulgurar
de un sol, rayos
albos, ardientes.
Ahora, ya ella no lo quiere;
tú, entonces, impedido, tampoco.
No aceches a quien huye, ni agobiado vivas,
sino con ánimo obstinado, paciente,
resiste.
Adiós muchacha. Ya resiste Catulo,
no te persigue -violentándote- ni ruega.
Mas, no hallándote rogada,
dolorida estarás.
Ay de ti, pérfida! Qué vida te reservas?
Quién ahora se te ofrenda?
Por quién bella eres vista?
A quién hoy amarás? De quién
se dirá que perteneces?
A quién has de besar? Qué labios morderás?
Pero, tenaz, tú, Catulo,
resiste.
Con grandísimo afecto.
Teófila.
P.D.: Le haré llegar también una versión recitada en latín.
8 comentarios:
Teófila,
Destaco la palabra "obduro", que significa "resistir, aguantar, ponerse firme, perseverar". En la edad media se comienza a utilizar para "hacerse insensible"
Suyo y lejos,
Teófilo.
Mi querido Teófilo,
Hermosa palabra la que destaca: "obduro".
Le transcribo otra traducción, no puedo decirle de quién porque el nombre del traductor no figura en la edición que tengo:
"Mísero Catulo, deja de hacer locuras,
y lo que ves perdido, por perdido tenlo.
Una vez brillaron para ti luminosos soles,
cuando ibas donde te llevaba una niña,
amada por mí como no lo será ninguna.
Eran muchos entonces los goces que querías,
y nunca la niña te rehusaba alguno.
Una vez brillaron para ti luminosos soles.
Ella ahora no quiere, no quieras tu tampoco,
ni persigas lo que huye, ni arruines tu vida,
sino que obstinadamente resiste, no cedas.
Adios, niña. Ya Catulo no cede,
no te solicitará contra tus deseos:
y tú te dolerás cuando nada te pida.
Ay de ti, miserable! Qué vida te espera!
¿Quién ira a ti y quién ahora te verá hermosa? ¿A quién amarás o de quién dirás que eres? ¿A quién besarás y qué labios morderás ahora? Mas tu, Catulo, mantente y no cedas."
Con afecto.
Teófila.
PD: Trate de transmitirle al Dr. Lupus esta sugerencia: que inserte algún post con vínculo permanente con las instrucciones para utilizar códigos HTML.
Dulce Teófila,
Debo agradecer a su merced el envío de esa nueva traducción. La primera me había parecido no sé si demasiado antigua y literal o tan moderna en su insoportable fragmentación. En cambio esta nueva traducción tiene un tono romántico y arrojado que es como uno querría escuchar un canto de este tenor.
Crea en la verdad de mis calamidades,
Teófilo.
Mi querido Teófilo,
Gran acierto veo en sus pareceres sobre cada una de las versiones que le he enviado. Y es precisamente por sus caracteres tan disímiles que ambas me agradan.
Con inconmensurable afecto.
Teófila.
Hola.
Mmmm... creo que es al revés, la segunda traducción de Miser Catulle es más literal. La primera es demasiado poética y muy alejada de la traducción certera.
Estudio latín y justamente ahora traduzco ese poema. Me encontré este su blog y me estoy apoyando de sus traducciones. Si ustedes saben latín, ¿podrían ayudarme con un par de cuestiones?
baby_briz16@hotmail.com
Gracias.
Mi estimada,
Ruégole me disculpe el no haberle remitido con presteza mis pareceres. Tanto usted como Teófilo llevan su parte de razón al considerar como más o menos literales las traducciones por mí transcriptas: La de Aldo Oliva conserva en su literalidad el tono y el ritmo; la anónima vierte al español significados más sujetos a la letra que sigue el orden de los diccionarios.
Por otra parte, la traducción de Aldo Oliva es un poema autónomo inserto en una publicación de esas que circulan por los senderos más insólitos. Dice quien presenta: "No voy a escribir sobre la imposibilidad de traducción. Sería como penar de hambre después de que se ha devorado hasta el hartazgo. Si ese penar es algún aspecto, impertinentemente teórico, de la culpa o la justificación de la incontinencia escritural pertenece al discurso que se preocupe de la salvación de las almas.
Un poema traducido es un poema (sin más cuando lo es). Cierta irreverencia lo genera, mucho de ardua pertinencia erótica de la lectura lo configura. Los límites de la pulsión de la poética lírica son inescrutables: sólo el acto de la producción del poema, su facticidad seminal, puede iluminar, fugazmente, ese magma de tiniebla, su perduración dinástica. Allí van, por lo tanto, estos poemas."
Observo la expresión "la segunda traducción de Miser Catulle es más literal": si usted desea aludir al poema debería entrecomillar "Miser Catulle,..."; si, en vez, desea aludir al autor debería usar no el vocativo...
Con afecto, ¿por qué no?
Teófila.
Yo prefiero la versión que Bulmaro Reyes nos está dando en clase. Lástima que no tenga mi cuaderno para escribirla fielmente, pero en fin.
VIII
Catulo, sos patético, basta de payasadas,
y lo que ves perdido, dalo ya por perdido.
A vos, alguna vez, la vida te sonreía,
cuando ella te llevaba de un lado para otro,
aquella a la que amaste como nadie amará.
Entonces muchas cosas divertidas hacían,
cosas que vos querías; y ella no se quejaba.
La verdad es que a vos la vida te sonreía.
Ahora ya no quiere. Y vos, desesperado,
tampoco quieras: ni seguir a la que huye
ni vivir amargado: sé más cabeza dura
bancatelá, aguantá. Ya fue, flaquita, chau,
Catulo se la banca, ya no te va a insistir.
Peor para vos, boluda, ¿qué te queda en la vida?,
¿quién te va a visitar?, ¿”soy la novia de…” quién,
vas a decir? ¿a quién vas a llenar de besos?
¿ahora a quién le vas a mordisquear los labios?
Y vos, bancatelá, Catulo, aguantá firme.
Catulo
en: http://zaidenwerg.blogspot.com/2005/10/catul-8.html
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