Al terminar hoy mis tareas en la Alcaldía, decidí darme un chapuzón en el río que sabrá Vd. que por esta época es ideal para revitalizar nuestros anquilosadas articulaciones citadinas.
De acuerdo a lo previsto cumplo en enviarle mis primeras reflexiones acerca del Prólogo de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, de Immanuel Kant.
En el mismo, establece el alemán el plan de trabajo que seguirá a lo largo de esta obra. Con una búsqueda de sentido divulgativo, decide que este orden será ir desde el conocimiento vulgar al avanzado. Asimismo, se despacha contra los diletantes de su época, que confunden peras con manzanas, lo "empírico con lo racional, en mezclas de toda laya". Intenta con distintos medios realzar el carácter científico de la Filosofía, que como tal requiere sus especializaciones y sobre todo su "crítica", que en Kant significa acotar los campos de acción para que las conclusiones sean más efectivas.
Repite algunas sus habituales definiciones que convendrá tener en cuenta todo a lo largo de su obra: "Puede llamarse empírica toda filosofía que arraiga en fundamentos de la experiencia; pero la que presenta sus teorías derivándolas exclusivamente de principios a priori, se llama filosofía pura. Esta última, cuando es meramente formal, se llama lógica; pero si se limita a determinados objetos del entendimiento, se llama entonces metafísica."
A continuación corresponderá hablar de cada una de los capítulos:
- Primer capítulo.- Tránsito del conocimiento moral vulgar de la razón al conocimiento filosófico.
- Segundo capítulo.- Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres.
- Tercer capítulo.- Último paso de la metafísica de las costumbres a la crítica de la razón pura práctica.
Estudioso la saluda
Teófilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario