Cara Teófila,
Estoy segura que disfrutaría de esta villa en la que resido tanto como yo. Ayer tuve la oportunidad de asistir a una pequeña tertulia en el Colegio Fonseca en la que Mine Kawakami -hija del Representante ante la Cristiandad del Emperador de Cipango- brindó un brillante concierto de pianoforte para solaz de los asistentes.
Varias cosas podría contarle de esta joven algo nómade que a contrapelo de mis temores no nos brindó un largo y soporífero concierto sino todo lo contrario. Intercalaba explicaciones de sus obras a la manera -con vuesa licencia- de la música programática: podrá entender que las dulces explicaciones en un torpe castellano de esta sencilla artista hacían en sí mismas las delicias de todos nosotros. El concierto versó sobre Cipango y el Nuevo Mundo. Del País del Sol Naciente y del Alto Perú trajo sus recuerdos de infancia y sus viajes, en la que su curiosidad y capacidad de asombro ante las maravillas de la naturaleza, las leyendas y la delicadeza humana, se transformaba en bellos y breves piezas de música muy ecléctica en el estilo. De su amada Cuba trajo el relato que ya conocerá de admiración ante la idiosincrasia caribeña frente a la situación de carencia, transformado en tumbaos, ese sonido tan tradicional de pianoforte cubano tocado casi como percusión (sólo le encontré un ejemplo, -de otro artista y no demasiado bonito- en el que el tumbao del pianoforte está en el fondo). Igualmente puede escuchar 1, 2, 3, y hasta 4 breves extractos de la música de Mine.
No se olvide entonces de viajar, de asombrarse y de crear.
Suyo como siempre.
Teófilo.
PD: No se crea que me olvido del otro asunto, ya hablaremos luego.
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