30 oct 2005

Jung y otras cosillas

Inestimable Teófila,
Finalmente terminé de leer "El Hombre y sus Símbolos". Una primera expresión es que están expresados una serie de conocimientos que solo había recibido condensados por el filtro de Salónica. La verdad es que no se cuántos meses me tomó leer esas 300 páginas. Hay un capítulo que fue el que me dio una pista, uno de los últimos. El de la Individuación. Nada, la típica lectura de un hijo de familia bien europea que sirve mucho para los padres fundadores de la psicología. Cómo a través de una corta terapia, y la lectura de sueños el muchacho en cuestión rompe con sus mambos adolescentes y se dispone a una vida adulta feliz y creativa. El tema de lo que tardé en leerlo es bastante sorprendente. Avanzaba lento, muy lento, pero nunca perdí el interés por terminarlo. Siempre pasaban cosas, incluso ese libro me motivó para leer otros (es decir me disponía a leer Jung, pero leía otros).
Siempre suyo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Teófilo
Puff! Bravo! La verdad que no me gusta Jung para leerlo. Quizás tenga que ver qué pasa ahora, pero lo leí bastante completo más o menos por la época en que volví de Athina y me resultaba un pesado bárbaro. Bien, eso es lo que tienen de bueno leer, y cuanto más se lee más se abre la cabeza, más posibilidades de confrontar, de tener pensamiento propio, de cuestionar, de preguntar. Te darás cuenta que el filtro de Tesalónica, es una verdadera porquería: quedamos todos repitiendo la lección como zombis idiotas. Comprensible el tiempo que te llevó, no escribe bien este señor, es un pesado. Bah, no sé; creo que quizás estoy exagerando un poco. Lo que sí que hay libros con los que establecemos esa relación. Por ejemplo yo nunca terminé de leer Rayuela y tengo varios libros en mi haber con los que establecí relaciones de meses. Recuerdo el capítulo ese de la individuación que decís. Y creo que es el que más me acuerdo, y lo sintetizas muy bien: es el cuentito jung, y creo que prefiero mil veces más Gombrowicz o Lamborghini. Y es bueno eso de que al leer Jung te sirviera para leer otros. Lo cual está muy bueno, no todos los libros se leen de un tirón. Como sabes, amo los libros. En mi infancia fueron mis compañeros de juegos favoritos. Anécdota gráfica: muchas veces iba a los cumpleaños, jugaba un rato con mis amigos y mis primos, y luego me iba a revolver la biblioteca que hubiese, elegía un libro y me quedaba leyendo hasta que terminara el cumpleaños. Bueno, nada, es así y está bueno experimentar distintos recorridos de lecturas. Me has hecho acordar a un montón de libros, pero lo dejamos para otra epístola.

Teofilo dijo...

Mi Teófila,
Vuesa definición del Sr. Jung como "pesado" no deja de ser agradable a mis oídos. Igualmente cítole una frase extraida de su poco querido libro de Carl Gustav: "Es inútil echar miradas furtivas a la forma en que otro cualquiera se desarrolla porque cada uno de nosotros tiene una tarea única de autorealización"