Acorde con este estado en que nuestra correspondencia ralea y las vicisitudes de las horas que pasan quedan relegadas al silencio, me limito a enviarle una cita que acrecentará el acervo de las frases cuya genealogía habíamos remontado a Judit.
Pero el fondo del corazón, cuyo contenido era un misterio incluso para su dueño, se mantendría siempre inexpugnable.Con afecto inclaudicable.
Orwell
Teófila.